Diario de una Jesp: El balance de 2012
Ser JESP es duro, -pese a que haya alguna lumbreras por ahí que opine que los jóvenes de hoy en día emigramos por espíritu aventurero-. Pero también es cierto que empezar de cero en otro país (en materia de hogar, de amigos, de trabajo y de dinero), te hace luchar más que nunca, y lograr objetivos que jamás hubieras imaginado alcanzar.