Pero, ¿qué ha llevado a una ciudad como Madrid, en plena crisis económica y social, a vivir un boom gastronómico sin parangón? La respuesta no está tanto en lo que los restaurantes nos ofrecen sino en las propias personas. ¿Eres de los que disfrutan de una casa de comidas en dónde la cuchara juega el partido completo o prefieres los restaurantes donde cada partido se juega con una cubertería diferente? ¿Mojar el pan en la salsa o no hacerlo por el qué dirán?