Lo que no podemos hacer es fingir que la educación no es importante o que no podemos hacer nada por ayudar a las familias. Aún tenemos mucho por hacer. Hemos atravesado épocas difíciles, pero tenemos nuevos cimientos y un futuro por escribir. Y estoy deseando ponerme a trabajar.
Obama habló mucho sobre cómo Estados Unidos se ha recuperado de la Gran Recesión y sobre el plan del presidente de utilizar nuevos programas de gobierno y bajar los impuestos para resolver el grave estancamiento del salario de las clases medias. Pero las propuestas del presidente son parches destinados a suavizar el lado oscuro del capital globalizado: la implacable presión cuesta abajo de los sueldos.
En los últimos minutos del discurso del estado de la Unión, Obama señaló "no me quedan más campañas" y los republicanos respondieron con aplausos. Pero era su noche y él tenía la palabra final; con una sonrisa astuta, contestó: "Lo sé porque gané ambas".
En un momento en que por fin se ve a Obama actuar de forma decisiva tanto en políticas domésticas (inmigración) como en política exterior (Cuba), es ilusionante comprobar que todavía no ha tirado la toalla, y que no busca tan sólo solidificar su legado, sino también influir en la próxima campaña electoral y en el futuro del país.