La fiscalía pide un año de prisión, así como una indemnización para la dueña del piso, que había salido un segundo y dejado la puerta abierta. Ha ocurrido en Málaga.
Recuerdo a mi madre atacarme con una manzanilla o un té que odiaba, o ponerme aquel arroz blanco hervido sin nada que le disfrazara su ausencia de gracia, o el pescado de plástico al vapor para que no coja sabor tampoco. ¿Qué se pretendía con esta dieta, rematarme?