Tras haber alcanzado en los quince últimos años significativos avances en la lucha contra la pobreza y en otros aspectos del desarrollo, toca ahora abordar o profundizar en otros acuciantes problemas globales: acabar con el hambre, garantizar energía asequible y no contaminante para todos, reducir las desigualdades o trabajar por ciudades y comunidades sostenibles, entre otros.