derecho de manifestación
La obediencia a la autoridad policial ha de ser todo menos ciega
La libertad de expresión, noviolenta y cívicamente ejercida en la vía pública está por encima de la potestad sancionadora de los poderes públicos, dado que la libertad es uno de los valores superiores y la seguridad jurídica uno de los principios configuradores del Estado de Derecho.
Criminalizar la protesta pacífica debilita y ensombrece la democracia
Estamos recordando, porque a algunos políticos se les olvida, que la Democracia es mucho más que acudir a votar cada cuatro años o participar en manifestaciones autorizadas, necesarias, pero no únicas y excluyentes de otras formas de protesta pacífica que fortalecen a la ciudadanía.
¡A la calle, que ya es hora!
No es lícito remitir a los ciudadanos, únicamente, a expresar su descontento en las próximas elecciones. Es razonable que cumplan con la única parte del "bloque del Estado de Derecho" que está inmediatamente a su alcance, sin modulaciones, y sin ser tildados de "tontos útiles" o similares.