Los mercados financieros han entrado en una fase de pánico, caracterizada por intensas caídas en la renta variable. Pero hay más noticias negativas: no está funcionando el tradicional efecto diversificación, según el cual cuando se pierde dinero en bolsa, se gana en renta fija.
No parece que en España vaya a pasar lo que en Chipre, aunque seguro que el colchón con caja fuerte ha tenido un incremento de demanda. Para los que aún confían en el sistema financiero explicamos algunas de las alternativas de ahorro que existen con los pros y contras de cada una de ellas.
La guerra del pasivo se refiere a la competencia agresiva y autodestructiva que realizan las entidades españolas con el fin de captar depósitos. El Gobierno y el Banco de España han intentado parar esta guerra. No parece una mala noticia para el sector financiero, aunque probablemente lo sea para los ahorradores.
Ante la incapacidad de meter en vereda a la banca, que continúa practicando actividades de riesgo sin ningún pudor y saltándose a la torera cualquier legislación restrictiva, el Gobierno ha intentado proteger algo más al ahorrador, facilitando que se oferten productos cubiertos por el Fondo de Rescate.
Es un título (un bono) que da el derecho a recuperar el dinero invertido en un plazo corto prefijado (de 6 a 24 meses habitualmente) más el interés que ofrece la entidad que los emite, interés similar al de los superdepósitos.