Cristina Fernández de Kirchner es la gran responsable de que el peronismo pierda una elección a presidente después de 16 años en Argentina. Se equivocó en la estrategia política de su partido pero, fundamentalmente, erró grosero en la política económica de los últimos cuatro años.
En lugar de continuar desafiando a Argentina en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya los directores de Repsol acordaron aceptar la última propuesta de Buenos Aires, como sugirió la petrolera estatal mexicana Pemex.
En la Argentina, hay varios intereses en juego. Todos los días de la semana, los titulares de los diarios esgrimen el argumento de que la democracia argentina se ha convertido en un Gobierno autocrático menopáusico. ¿Quién se beneficia? Aquellos cuyos intereses económicos se ven negativamente afectados por sus políticas.