Se trata de un proceso lento y no exento de divergencias políticas internas, pero que en los últimos años ha ganado impulso y que no se va a detener por la coronación.
Muick y Sandy viven en el Royal Lodge de Windsor, la finca que el príncipe Andrés comparte con Sarah Ferguson, quienes los adoptaron a la muerte de la monarca.
La tradición, con su pompa, trascendencia y espiritualidad, ha confirmado a los reyes en la abadía de Westminster en una ceremonia contenida mezclada con aclamaciones en la calle. Se abre un tiempo nuevo, con sus retos y obligaciones.