Creo que hay que apoyar que en el Partido Popular adquieran cada vez más peso y relevancia aquellos responsables o líderes nacionales, autonómicos o locales, que apuestan claramente por la igualdad, sin excusas ni excepciones, de las personas LGTB+. Hacer eso va a significar un cambio de estrategia muy valiente que es posible que no sea, en un principio, bien entendido, pero me parece que es algo imprescindible.
Es cierto que FELGTB y COGAM no invitamos ni al PP ni al Gobierno de la Comunidad de Madrid al Orgullo 2015. ¿Por qué? Tanto uno como el otro llevan años negándose sistemáticamente a cualquier avance en derechos LGTB. Es más, procurando serios retrocesos en los mismos.
Casi 90 de cada 100 adolescentes LGB viven en el armario por miedo a ser agredidos física o psíquicamente. Son también clara mayoría los que piensan que dar a conocer una orientación sexual diferente a la heterosexual multiplicaría por tres la posibilidad de sufrir agresiones.
Las palizas eran continuas y no sé si por mi aspecto endeble o por mi aire de sabelotodo, lo cierto es que tuve que lidiar, con tan sólo ocho años, con un calificativo que, hasta ese momento, desconocía: marica.
Un buen Gobierno es aquel que, entre otras cosas, no se empecina en el error. Y el peor error que puede cometer un Gobierno es ir en contra de la igualdad real y efectiva, y de los medios que ayudan a su consecución, porque de hacerlo estaría incumpliendo el mandato que a todos los poderes públicos dirige el art. 9.2 de la Constitución.
Las personas LGTB no podemos ser ajenas a esta destrucción masiva del Estado del Bienestar. Somos, por regla general, más vulnerables, en la medida en que integramos un colectivo tradicionalmente discriminado.