Nadie va a echar de menos la tele pública valenciana, que ni era pública, ni era buena, ni servía a nadie ya con su pírrica audiencia, ni entretenía a nadie, ni nos mantenía informados de lo importante, ni cumplía su función, la única función que tenía. ¿Qué perdemos los valencianos con este apagón de la radio y la tele sufragadas por todos? Nada relevante, la verdad.