Un análisis de la fauna urbana revela la presencia de parásitos potencialmente peligrosos en las heces de especies como palomas, cotorras y los murciélagos.
Lejos de configurarse como arenales improductivos, estos parajes desérticos esconden microorganismos capaces de resistir a las extremas condiciones de aridez.
Este hallazgo "podría revolucionar los tratamientos fitosanitarios al proporcionar una protección de las plantas muy efectiva" aseguran los autores del estudio científico.
La OMS ha identificado una lista de patógenos prioritarios con el apoyo de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tübingen, Alemania.