La historia que os cuento aquí demuestra dos cosas: que los grandes cambios se consiguen con un cúmulo de pequeñas decisiones, y que cada una de esas decisiones solo se logra superando la pereza. La próxima vez que la pereza te mire a los ojos y tengas que tomar la decisión de superarla, no pienses «Yo-no». Piensa «Yo-sí».
Si vas a inconformarte con tu presente, es necesario que causes pequeñas revoluciones, que lo sacudas, que hagas aquello que otros no harían, que lo agites. Si ves que todo el mundo camina hacia el oeste, por esta vez camina tú hacia el este. Si llevas un año enviando currículums de la misma manera, esta vez llama al presidente de la compañía. Si ninguno de tus amigos habla ruso, decide ser tú el primero.
Si has alargado relaciones que, en el mejor de los casos, no te aportaban nada, sólo por no estar sol@, o conservas amigos que muestran más interés en destacar tus fallos que en tenderte una mano cuando lo necesitas, debes saber que cuando aprendas a estar bien sin compañía, conseguirás que sólo entren en tu vida aquellos que vienen a mejorarla.
Mires donde mires, verás que las famosas publican fotos suyas en bikini días después de haber tenido un hijo y sentirás que las redes sociales y los medios de comunicación te gritan cosas como "¡pierde el peso que ganaste con el embarazo en 30 días!" o "¡recupera el cuerpo que tenías antes del embarazo!".
¿Te gustaría decir que NO más a menudo? ¿Quieres esforzarte para alcanzar tu sueño? ¿Estás bloqueado? ¿Miedo, ansiedad, vergüenza, frustración, fracaso? No importa lo que sientas. Importa lo que hagas. Lo que nos bloquea no es el miedo, sino dejar de actuar.