El serbio agranda su leyenda y terminará el año como número uno por octava vez en su carrera, entre otras marcas que ha batido con su última victoria en las Finales ATP
Fanfarria y gloria eterna para un Djokovic que redondeó el mejor año de su vida con suficiencia, como el sobresaliente número 1 del mundo que es. Demostró e Greenwich que, a día de hoy, en un cara a cara por un título, es imbatible; cuando hay un trofeo en liza, no hay quien pueda derrocarle.
Ferrer exigió a Nadal hasta la última gota de sudor. Sacó su mejor tenis cuando se despedía de Londres. Y eso que el partido comenzó con dos breaks de Nadal que hacían presagiar un partido sin historia, una victoria por la vía rápida. Nada más lejos de la realidad. Ferrer nunca abandona
No fue el triunfo más brillante del número 3 del mundo, sino una de esas victorias trabajadas, sufridas, en las que a Federer le tocó ponerse el mono de trabajo y guardar el esmoquin en el armario. Fue un partido de contrastes, de giros e imprevistos constantes.
La vida en la Tierra tal cual la conocemos no sería posible sin nuestro Sol. La fotosíntesis usa su luz para convertir materia inorgánica en orgánica, y es aquí donde surge la molécula energética por excelencia, la adenosina trifostato (ATP), descrita como la principal molécula de transferencia de energía en la célula.