Hoy, con los ruidos de kalashnikov resonando a mi alrededor y las amenazas de muerte, me doy cuenta de que es o nosotros o ellos. Vivo con temor, pero lo que más temo es abandonar frente a ellos, que se guían por los dogmas, y cuya única respuesta ante una opinión divergente consiste en empuñar un arma.
Han muerto mis amigos. Han dejado de existir firmas que nos resultaban familiares, víctimas de una barbarie indecible. Han liquidado a varios hombres. Abatidos como perros, como no nos atreveríamos a abatir a perros. Han decapitado una revista. No cualquier día. Ni cualquier revista.
Lo que necesita urgentemente Paquistán es un consenso contra la militancia. En los últimos años, las atrocidades talibanes han provocado una respuesta negativa. La masacre sinsentido de los estudiantes en Peshawar representa un nuevo nivel en el atroz comportamiento talibán.