La carrillada es nuestro plato en un día como hoy. Una carne sutil como pocas para mantenernos fuertes en la trinchera de la dignidad. La carne de un animal noble como ninguno, que simboliza tanto las virtudes de quien sabe como nadie lo que es capaz de dar sin pedir nada a cambio.
Han despertado a miles de personas, y siguen sumando. Cada vez son más los que alimentan otros valores, apuestan por la cooperación frente a la competencia, por la justicia frente a la limosna, y por la libertad frente a la sumisión. Han conseguido unir conciencias, sumar esfuerzos.