El 15-M, mucho más que una protesta
Han despertado a miles de personas, y siguen sumando. Cada vez son más los que alimentan otros valores, apuestan por la cooperación frente a la competencia, por la justicia frente a la limosna, y por la libertad frente a la sumisión. Han conseguido unir conciencias, sumar esfuerzos.
El 15-M no puede definirse, no puede explicarse con una sola voz. Es la suma de TODAS lo que le da sentido, lo que le hace grande.
El 15-M no es sólo una Protesta, son propuestas, acciones, proyectos... es compromiso.
No obedecen a banderas ni colores, carecen de jefes y no tienen miedo. Ellos no siguen a un líder, son el líder de su propia vida. Han despertado a miles de personas, y siguen sumando. Cada vez son más los que alimentan otros valores, apuestan por la cooperación frente a la competencia, por la justicia frente a la limosna, y por la libertad frente a la sumisión. Se les ha insultado, amenazado, apaleado pero lejos de rendirse, se han renovado. Nadie conseguirá pararlos. A día de hoy sigue creciendo... y madurando.
Han calado dentro, por encima de hábitos y uniformes, por encima de siglas y colores. Ellos sienten hondo, y se entregan en alto.
Han conseguido unir conciencias, sumar esfuerzos. Han conseguido movilizar a millones de personas. Creen que un mundo más humano es posible.
Comenzaron un cambio, y empezaron por ellos. Creen en sí mismos, les importan los restantes. Se dicen libres, toman las decisiones que creen correctas. No simulan, la democracia que ellos practican es participativa. Sienten y piensan en global, pero actúan de forma local.
Son ejemplo para muchos. Sus palabras han sido avaladas por cada uno de sus hechos, y sus hechos los definen. Defienden y apoyan al vulnerable, luchan por el que lo necesita, se dan sin recordar. Practican el respeto, la solidaridad, la igualdad, la equidad, y no esperan aplausos, sólo justicia.
El 15-M seguirá protestando, peleando, y seguirá alimentándose de empatía, de pequeños gestos, de cada uno que despierta, de cada uno que suma.
El 15-M se sigue moviendo, en cada uno de ellos, desde dentro. No es una etiqueta, es una revolución pacífica, una forma de vida.
El 15-M brinda la oportunidad de sentirnos semejantes, de evolucionar como seres humanos.