Los cuerpos de los fallecidos se han trasladado a Reino Unido para practicarles la autopsia mientras se mantiene la búsqueda del otro marinero gallego desaparecido.
Manolo era guardia civil y Encarni trabajaba en el sector de las alarmas de seguridad. Se desvivían el uno por el otro. Él salió ileso del siniestro, pero no puso soportarlo.