Según uno de los pasajeros, el fuego se inició cuando un rayo impactó contra el avión poco después de despegar. El avión, de la aerolínea Aeroflot, llevaba a bordo 73 pasajeros y 5 tripulantes. Había despegado de Moscú-Sheremetievo y se dirigía a Múrmansk, al noroeste de Rusia. Sin embargo, solo tardó 28 minutos en volver al mismo aeropuerto. El fuego se extendió por la violencia con la que se produjo el aterrizaje de emergencia. A pesar de que se evacuó el avión a través de los toboganes de emergencia en tan solo 55 de los 90 segundos estipulados, murieron 41 pasajeros, y al menos dos de esas muertes se deben al incumplimiento de la normativa de seguridad durante el accidente, hecho que se está investigando.