Cómo conseguir que tu hijo deje de interrumpirte en 5 sencillos pasos
Enséñales a respetar los turnos de palabra desde que son bebés.
Por Ariadne Brill
Aún recuerdo cómo, hace unos pocos años, intentaba mantener una conversación al teléfono con una amiga y lo único que podía oír era: "¡COLOR AZUL, MAMÁ! ¡COLOR AZUL!". Mi pequeño tenía solo 22 meses y estaba emocionado por haber encontrado la pintura de color azul.
Pero yo quería acabar esa conversación con mi amiga...
Aunque es totalmente normal que nuestros niños nos interrumpan de vez en cuando, es posible conseguir que desarrollen la paciencia y aprendan cómo pueden unirse a una conversación de forma respetuosa.
Los motivos son bastante sencillos: nuestros hijos nos interrumpen, bien porque son demasiado pequeños e impulsivos, bien porque no disponen de las herramientas adecuadas para interrumpirnos de manera respetuosa. Otro motivo clave para interrumpirnos es que nuestros pequeños no tienen las habilidades necesarias para sentarse a esperar.
Los niños de entre uno y dos años suelen interrumpirnos porque están aprendiendo a controlar sus impulsos. Cuando un niño tiene una idea maravillosa de la que quiere hacernos partícipes, no se para a pensar: "A lo mejor mamá necesita colgar antes de escucharme". No, más bien gritan: "¡AZUL! ¡AZUL! MIRA MAMÁ, AZUL!" (¡¡ESCÚCHAME, MÍRAME, ESTOY MUY EMOCIONADO!!)
Los niños de preescolar quieren sentir que forman parte de nuestro mundo y están ansiosos por participar en nuestras conversaciones. Hace poco estaba hablando sobre la política de reciclaje de mi ciudad con un amigo y su hija, de cinco años, no paraba de decir: "¿Botellas? Tenemos muchísimas botellas, me gusta reciclar las botellas".
Los niños de seis años en adelante pueden tener un punto de vista diferente en un debate o una estupenda historia que contarnos.
A continuación se incluyen cinco pasos que te ayudarán a educar a tu hijo para que deje de interrumpirte:
1. Educa a tu hijo en una comunicación respetuosa y en la escucha activa
Es una idea maravillosa proponer turnos para hablar y educar en una comunicación respetuosa desde la infancia. Una forma muy sencilla de hacerlo es mostrarles ejemplos de qué es lo que queremos ver y emplear con ellos un tipo de lenguaje como el que nos gustaría oír a nosotros.
- Dile a tu hijo que le vas a venir a recoger en lugar de aparecer de repente y que sea inesperado.
- Explícale que ya casi se ha acabado el tiempo de jugar, en lugar de insistirle para que deje los juguetes cuando tú lo digas.
- Anima a los niños a que compartan sus pensamientos, historias e ideas y déjales que terminen de hablar, sin interrumpirles para corregirles o consolarles.
2. Emplea gestos para que esperen
Cuando mi pequeño no paraba de interrumpir, empecé a cogerle la mano suavemente como señal de que le había visto, pero aún no estaba preparada para poder escucharle. Con el paso del tiempo, hemos sido capaces de ampliar ese tiempo de espera hasta más de un minuto.
Ahora que mis hijos ya son mayores y están en primaria, hemos adoptados dos señales: una para tiempos de espera cortos y otra para hacerles saber que voy a tardar un rato en prestarles atención. En el último caso, se van a jugar y vuelven más tarde, a no ser, claro está, que se trate de una emergencia.
Extender una mano para indicar "espera", hacer un gesto con la cabeza u otras señales pueden ser de ayuda, en especial si se practican y se acuerdan de antemano.
3. Sé consciente de cuándo estás interrumpiendo a tu hijo
En ocasiones es inevitable interrumpir a alguien, cuando interrumpimos a otro adulto solemos decir: "Disculpa", "Perdona", o "¿Puedo molestarte un momento?". Emplear ese mismo lenguaje respetuoso cuando interrumpimos a nuestros pequeños resulta muy útil para que aprendan a hacer lo mismo.
- "Perdona, veo que estás jugando, pero ya es casi hora de irse".
- "Ya veo que te lo estás pasando genial, pero tengo que interrumpirte para que nos preparemos para ir a la cama".
- "Cariño, me gustaría contarte algo, ¿puedes hablar ahora?"
4. Pídele a tu hijo que espere de manera respetuosa
Es esencial que tus hijos tengan la oportunidad de aprender a esperar, pero esto debe ocurrir en un momento en el que esté dispuesto a hacerlo. Explícale a tu hijo que vas a estar ocupado, que le prestarás atención cuando hayas terminado y, si puedes, intenta ser específico:
- "Voy a hablar por teléfono unos minutos y luego leemos el libro".
- "Necesito decirle algo a tu padre y después voy contigo. Mira, puedes ir haciendo este puzle mientras tanto".
- "Dame diez minutos, ¿qué vas a hacer mientras tanto?¿Por qué no buscas algún juguete?".
5. Dale tiempo y ajusta tus expectativas
El proceso de aprender a no interrumpir o a hacerlo educadamente lleva tiempo. Mi pequeño ahora tiene 8 años y es feliz y respetuoso. Desde que tenía unos 3 años y con un poco de paciencia, aprendió a darme golpecitos en el brazo y decirme, de manera muy educada: "Perdona, mamá", en lugar de soltar lo primero que se le venía a la cabeza,
A veces, sin embargo, tengo que decirle que no estoy preparada para escucharle:
- "Dame un momento, por favor".
- "Ahora mismo voy contigo".
- "Ya veo que me llamas, pero ahora no tengo tiempo".
- "Hablamos en cuanto acabe esta llamada, ¿vale?".
- "Ya veo que quieres hablar conmigo. Dame unos cinco minutos".
- "¿Puedes esperar un momentito? Ahora mismo voy contigo".
En otras ocasiones, resulta útil recordar que los niños pueden equivocarse y emocionarse en exceso. Su intención no es interrumpir para ser maleducados o porque no les importen tus necesidades.
Las interrupciones pueden parecer irrespetuosas, pero ten cuidado y evita emplear castigos u órdenes del tipo: "¡Shhh!" o "¡Cierra el pico!" para lidiar con estas situaciones, porque no servirá de nada. Puede que con estas estrategias consigas que tu hijo te preste atención y deje de hablar o molestarte, pero no aprenderá nada.
Nuestros hijos aprenderán a guardar los turnos, a tener paciencia, a escuchar de forma activa y a respetar a los demás si les ofrecemos un modelo de cómo hacerlo.
Este artículo fue publicado originalmente en Motherly y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.