¡Líbranos de Rajoy y del PP!
Ayer grité en un mitin. "Pedro, ¡Mantente firme!, ¡Líbranos de Rajoy y del PP! ¡Líbranos, por Dios, líbranos de ellos! ¡Estamos a tu lado, estamos contigo! ¡Aguanta, resiste las presiones! ¡Intenta formar una mayoría progresista y de cambio! ¡España no puede permitirse cuatro años más de PP! ¡No! ¡Por Dios, no!". Es lo que pienso. Y creo que también lo piensan millones de españoles y españolas.
Ayer grité en un mitin. Hablaba delante de mucha gente y en representación de mucha gente. Y sí, grité. Visto en directo y escuchado íntegramente no debió parecer tan chocante como visto en un breve corte de televisión o Youtube. Quizá sorprendiera a los que hayan seguido mis intervenciones parlamentarias o mis declaraciones a los medios de comunicación, y no siguieran tanto mis discursos en actos de campaña. Pero un mitin es un mitin. En todo caso espero que, junto al análisis de estilo y de contexto, se entendiese bien lo que quería transmitir.
Somos muchos y muchas los que creemos que es tramposo, en este inicio de legislatura española, reducir las opciones a dos: Rajoy o terceras elecciones. Yo tampoco compartía, por imposible, el triple objetivo que se instaló en el Partido Socialista: ir a la oposición, no apoyar en modo alguno la investidura de Rajoy y evitar unas terceras elecciones. Si no se desea ni la continuidad de un gobierno del PP ni votar de nuevo en diciembre, es obligado ofrecer una alternativa.
Ciertamente los resultados electorales del 20 de diciembre eran más favorables al cambio que los del 26 de junio pero, en mi opinión, no por ello hay que dejar de intentarlo. 180 diputados no quisieron apoyar la investidura de Rajoy ni por activa ni por pasiva. Después del fallido intento del gobierno en funciones de situar al ex-ministro Soria como directivo del Banco Mundial, no creo que los 32 diputados y diputadas de Ciudadanos puedan seguir creyendo que la urgente regeneración política y democrática pueda venir hoy de la mano del PP. Y la diputada de Coalición Canaria ha demostrado siempre su disposición a la formación de un gobierno para evitar nuevas elecciones, objetivo que estoy convencido que también comparte Albert Rivera. Hay, pues, alternativas a explorar.
Pero en mi grito había algo más que la mera disposición a trabajar por la alternativa y un apoyo rotundo a los esfuerzos en esa dirección que debe hacer Pedro Sánchez, venciendo las enormes presiones internas y externas para que ni siquiera lo intente. Harto de oír decir a los socialistas que deben abstenerse "por responsabilidad" y "por amor a España", estoy convencido de lo contrario: por responsabilidad y por amor a España hay que intentar la alternativa.
Yo no creo que le convengan a España cuatro años más de política económica y social conservadora. Queremos una salida de la crisis que no incremente las desigualdades. Una política económica capaz de generar más y mejor empleo, más oportunidades y mejor repartidas.
Me he referido ya a la imperiosa necesidad de regeneración. Queremos una política limpia. Sin corruptos. Sin sobres con dinero negro ni ministros expertos en aprovecharse de la existencia de paraísos fiscales. Por desgracia el PP, hoy por hoy, no puede encabezar el combate contra la corrupción: lo debemos hacer los demás.
Y necesitamos también abordar el problema del encaje de Cataluña en el resto de España. Y esa cuestión sólo puede resolverse desde el diálogo, la negociación y el pacto que el PP se empeña en impedir. Los socialistas proponemos una reforma constitucional federal, mientras el PP se atrinchera en la negación del problema.
Por todo eso, ayer exclamé: "Pedro, ¡Mantente firme!, ¡Líbranos de Rajoy y del PP! ¡Líbranos, por Dios, líbranos de ellos! ¡Estamos a tu lado, estamos contigo! ¡Aguanta, resiste las presiones! ¡Intenta formar una mayoría progresista y de cambio! ¡España no puede permitirse cuatro años más de PP! ¡No! ¡Por Dios, no!". Es lo que pienso. Y creo que también lo piensan millones de españoles y españolas.