Cuando un Gobierno tiene memoria de pez
Pido al Gobierno que la parte de mis impuestos destinada a la pesca se emplee en garantizar el futuro de la pesca artesanal. En asegurar unos océanos con vida. ¿Por qué no pasar de las palabras a los hechos? Greenpeace apoya la pesca sostenible. Ayúdanos a proteger los océanos.
Durante demasiados años los distintos gobiernos han perseverado en una gestión errónea de los recursos pesqueros. A golpe de subsidio han ido consolidando una flota pesquera industrial, altamente destructiva. De modo que, euro a euro han ido subvencionando el agotamiento de los caladeros.
Hoy en día tres de cada cuatro caladeros está agotados.
Dando el 80% de las subvenciones a la flota industrial y dejando en la estacada y el olvido a la flora artesanal, que tan solo recibe el 20% restante, a pesar de que genera el 80% del empleo en el sector pesquero, a pesar de que desde hace siglos ha venido demostrando que pescar respetando el mar es posible.
En el último Consejo de Ministros de Pesca de la UE, el Ministro Arias Cañete logró con sus artimañas negociadoras que se aprobase un sistema de ayudas que lo único que hace es apostar por la sobrepesca en el periodo 2014-2020. En los acuerdos finales de los fondos FEMP (Fondo Europeo Marítimo y Pesquero), los perdedores no solo son países como Reino Unido, Holanda, Suecia o Alemania, que han intentado que estas ayudas fueran destinadas a la pesca sostenible, somos todos... son los pescadores artesanales.
En total se gastarán 6.500 millones de euros procedentes de los impuestos de todos los europeos para la modernización de buques, especialmente motores, y todos sabemos dónde y en qué se va a invertir ese dinero. En una flota europea sobredimensionada que ya captura dos y tres veces más de lo que los stocks pesqueros se pueden permitir sin comprometer la recuperación, y que ya están agotados los caladeros, aún así, volvemos a invertir en modernizar.
El 70% del dinero empleado en la gestión de las pesquerías ha sido utilizado tradicionalmente para construir barcos nuevos, muchos de los cuales después fueron "modernizados" y ahora serán posiblemente desguazados. Entre 1994 y 2006 Europa gastó más de 266 millones de euros para construir y modernizar su flotas industriales de pesca. España (83 %), Francia (8 %), Portugal (4 %), Alemania (3 %) y Reino Unido (0,1 %).
¿En qué se debería invertir este dinero? En recuperar los stocks pesqueros, en fomentar la investigación, en proteger, crear y vigilar las reservas marinas de las que dependen el futuro de los caladeros, en fomentar la pesca sostenible ya que es la mayor fuente generadora de empleo del sector.
Por ello, pido al Gobierno que la parte de mis impuestos destinada a la pesca se emplee en garantizar el futuro de la pesca artesanal. En asegurar unos océanos con vida.
¿Por qué no pasar de las palabras a los hechos? Greenpeace apoya la pesca sostenible, y para ello buscamos que la ciudadanía haga llegar su voz al Gobierno, a Europa y lo más profundo del océano.
Ayúdanos a proteger los océanos. ¡Firma aquí!