Una curiosa cascada de agua salada se esconde en este pueblo de Navarra

Una curiosa cascada de agua salada se esconde en este pueblo de Navarra

Un enclave natural que promete una experiencia multisensorial sin igual.

Salinas de Oro, en Navarra.GETTY IMAGES

Con el verano en pleno apogeo son muchos los que buscan escapadas refrescantes que ofrezcan un respiro termostático sin renunciar a la aventura. Por ello las zonas montañosas se presentan como un destino ideal para aquellos que quieren pasear entre la naturaleza sin sofocarse en el intento. Entre todos los paraísos salvajes que alberga el país, Navarra es una de las opciones favoritas para muchos por su clima y sus muchos tesoros escondidos.

Concretamente, una joya oculta que los amantes de la naturaleza no pueden perderse este verano es la cascada de Salinas de Oro, situada en la Comunidad Foral de Navarra, más detalladamente en la comarca Estella Oriental. Esta catarata destaca sobre todo por ser de agua salada, consolidándose como uno de los atractivos naturales más importantes de la región, destacando por su gran belleza y su impresionante caída.

Esta cascada está causada por una antigua presa de un molino en el río Salado que, a lo largo de su recorrido, cae en un estrecho barranco. El nombre de este arroyo no es casualidad, sino que la concentración de cloruro de sodio en el agua es de 280 gramos por litro, el equivalente a casi diez veces más que el agua de los océanos. Esto permite que flotar sea una tarea bastante sencilla si se diera el caso.  

De hecho, en Salinas de Oro, el municipio que alberga este accidente geográfico, se ubica una de las escasas producciones de sal manantial que permanecen en activo. "Somos un pueblo de arraigadas costumbres, rico en recursos naturales, como nuestra sal, con un entorno de belleza incomparable, con bañeras naturales de agua salada", asegura su Ayuntamiento.

La ruta hacia el salto de agua

Acceder a esta cascada es una tarea fácil pero lleva su tiempo. Debemos realizar una ruta que parte desde el propio pueblo, siguiendo el cartel y las marcas verdes hacia Esparatz. Tras cruzar el puente y seguir las indicaciones, continuaremos recto hacia la esperada cascada. Al alcanzar un peñón a un lado del camino tendremos que girar a la derecha y continuar la bajada hasta nuestro destino.

Aunque la dificultad del sendero sea relativamente fácil, se recomienda llevar bastones y un calzado apropiado debido a su terrero empinado, sobre todo en los días lluviosos. Se trata de una ruta circular de poca distancia, apenas dos kilómetros y medio, por lo que no debería llevar demasiado rato, aunque lo cierto es que todo periodo de tiempo en el que nos refugiemos del sofocante calor veraniego es bienvenido.

Titania
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Santander

Por todo ello, la Cascada de Salinas de Oro es, sin duda, un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza, todo un tesoro escondido en Navarra. Este enclave natural promete dejar una impresión duradera en todos sus visitantes, además de ofrecer una experiencia multisensorial única. Una mezcla de paz y belleza que combina con un ambiente refrescante que invita a locales y turistas a perderse en su interior.