Un crucero fluvial por España se cuela entre los mejores del mundo junto al Nilo y Amazonas
"Quizá no sea tan largo o famoso como el resto de los ríos mencionados anteriormente", puntualizan, "pero no escatima en belleza".
Este mes de enero la revista especializada en estilo de vida y turismo de lujo, Condé Nast Traveler, ha compartido cuáles son los que considera los mejores cruceros fluviales del mundo. Estos ofrecen una experiencia, aunque con ciertas similitudes, distinta a la de los cruceros de todo el mundo.
"Nos proporcionan una sensación mucho más cercana con respecto a los lugares que visitamos", detallan desde la revista. Recogen cómo los turistas que se decantan por este tipo de cruceros pueden ver, según se asoman a las barandilla de la cubierta tanto ciudades como pueblos, así como "praderas en las que pasta, ajeno a nuestro paso, el ganado, monumentos, montañas, bosques y gente que va y viene, enfrascada en su actividad cotidiana diaria".
Algunos de los que la revista ha considerado entre los "mejores" cruceros fluviales alrededor del mundo son el del río Amazonas, cuyo recorrido atraviesa Perú, Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Surinam, Brasil y las Guayanas. O también el del río Rin, en Europa, que tiene su punto de comienzo, habitualmente en Ámsterdam.
También destacan atravesar el Nilo o el río Yangtsé, el tercero más largo de todo el planeta y el que encabeza esa lista en el continente asiático. Según Condé Nast Traveler, navegar por las aguas de este río "es una forma diferente, original y pausada de conocer la China más profunda".
Un río español se cuela en la lista
En esta lista, además, han destacado un crucero por uno de los ríos que recorre la geografía española. En concreto, el río Duero. "Quizá no sea tan largo o famoso como el resto de los ríos mencionados anteriormente", puntualiza la revista, "pero el Duero no escatima en belleza para aquel que se preste a navegar sus aguas", añade.
Recorrer en crucero el río Duero ofrece a los turistas la "oportunidad" de ver los viñedos de los que proceden algunos vinos portugueses. Pero no sólo eso. También de descubrir "pequeñas colinas, villas medievales, castillos, catedrales" hasta llegar a Oporto.