Este avión permitirá volar de Europa a Australia en cuatro horas
Se trata del DESTINUS-3.
Puede sonar a ciencia ficción pero, cada día la realidad se empeña en ir dejando sin argumentos a la propia ficción, derrumbando mitos, accediendo a lugares de formas solo antes vistas en la pequeña pantalla o directamente, superando las expectativas de filmes futuristas.
En esta ocasión, el protagonista de buscar o intentar hacer realidad uno de estos mitos es Destinus. Se trata de una start-up fundada en 2021 y con sede en Suiza, dedicada al desarrollo de sistemas para transportes.
Su objetivo es nada menos que buscar la mejor fórmula para poder cubrir la distancia en avión entre Sidney y Frankfurt en poco más de cuatro horas, o completar el trayecto que une Memphis y Dubai en tres horas y media.
Destinus, a por el hito sin precedentes
Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos que actualmente se pueden encontrar en este campo ya que, hasta la fecha, todos los intentos que han tratado de ser el relevo del Concorde -último avión comercial supersónico, que aterrizó en Inglaterra hace veinte años-, han fracasado: supersónicos, hipersónicos, propulsados por hidrógeno, etc.
Por este motivo, Destinus busca de lograr este hito, pero ¿cómo? Los tres aspectos fundamentales y qué suponen las dudas más frecuentes para este tipo de proyectos son: el combustible, el diseño, y la financiación.
La idea de Destinus es llevar a cabo vuelos propulsados por hidrógeno, algo que puede limitar la duración de los vuelos comerciales a menos de una cuarta parte, además de tratarse de una fuente de energía limpia, renovable y fácil de producir, como pudo confirmar en una entrevista para la CNN su directora de desarrollo comercial Martina Löfqvist.
Pese a las grandes expectativas que hay generadas en torno a este ambicioso proyecto, Löfqvist se muestra cauta y como muestra de ello, asegura que hasta 2026 no empezarán a probarse los motores de hidrógeno; la primera será Airbus.
Objetivo: 2040
Otro de los puntos clave del proyecto lo descifra Löfgvist. ""Intentamos que nuestros vehículos tengan una autonomía muy, muy larga: volar de Europa a Australia a Mach 5. Utilizar queroseno significa que el vehículo se volvería bastante pesado, mientras que el hidrógeno es muy ligero en comparación".
Por todo esto, se puede considerar complicado pero ni mucho menos imposible, que los aviones hipersónicos tengan un papel fundamental en los próximos años, aunque se espera que hasta la década de 2040 -hay que tener en cuenta factores económicos, políticos, tecnológicos...- no se pueda volar en estas aeronaves, aunque más de uno lo intentará.