Ni la Torre Eiffel ni el Arco del Triunfo: la verdadera perla de Francia está a una hora de París y esconde 50.000 obras maestras

Francia recibió el pasado 2024 más de 100 millones de turistas extranjeros, la mayoría de ellos llamados por los Juegos Olímpicos celebrados en París, la ciudad que aglutina con diferencia más visitantes del país galo. Sin embargo, hay otras ciudades que pasan más desapercibidas para el turismo y que esconden un importante patrimonio.

A 60km de París, a 1h 40 minutos en coche, se ubica Chantilly, mundialmente conocido por su crema y que esconde una auténtica joya patrimonial construida entre los siglos XVI y XIX, con castillo, palacio y la segunda mayor biblioteca de Francia.

Este lugar debe mucho a uno de los príncipes de Luis XIV, el rey Sol, Louis II de Borbón-Condé, más conocido como El Gran Condé, quien construyó el palacio sobre el agua para mostrar su opulencia barroca.

En el llamado Museo Condé se encuentra uno de los mayores patrimonios pictóricos de Francia con 800 obras maestras, entre ellas pinturas de Rafael, Leonardo Da Vinci, Fra Angélico, Watteau, Tiziano, Delacroix, Botticelli o Van Dyck. Entre ellos, destacan los tres cuadros de Rafael Las Tres Gracias, La Virgen de Orleans o La Virgen de Loreto. 

También incluye una biblioteca inigualable con 50.000 obras, incluidos 1.500 manuscritos, entre ellos las famosas Très Riches Heures du Duc de Berry y el Libro de Horas de Étienne Chevalier.

Además, dentro de los impresionantes jardines de 115 hectáreas llenos de fuentes y laberintos, se recreó una pequeña aldea que posteriormente María Antonieta para los dominios de Trianon en Versalles, en los que se evoca a una aldea campesina.

Tras ser usado como cárcel durante la Revolución francesa, Luis Felipe I lo reconstruyó en 1876 para alojar en él todas las obras de arte, pintura y libros que adquirió durante sus 23 años de exilio en Inglaterra, aumentando así el patrimonio que se puede visitar hoy en día.