La ruta perfecta de Teruel con niños que te lleva por puentes colgantes por el cañón del río blanco
Un recorrido donde el miedo a las alturas no tiene cabida.
España es todo un paraíso para los amantes del senderismo, con todo tipo de paisajes que parecen sacados de una postal, desde montañas escarpadas hasta valles tranquilos y costas impresionantes. Con una increíble diversidad geográfica, ofrece rutas que atraviesan bosques frondosos, desfiladeros impresionantes y ríos cristalinos, brindando experiencias únicas para caminantes de todas las edades.
Concretamente, Teruel sigue sorprendiendo con su impresionante belleza natural y uno de sus tesoros más fascinantes es la ruta del Barranco de la Hoz, una caminata ideal para disfrutar en familia. Situada en el corazón del Parque Natural del Alto Tajo, esta senda circular permite contemplar la naturaleza en su máximo esplendor y admirar las aguas cristalinas del cañón del río blanco. Se trata de uno de los rincones más bellos de la sierra de Albarracín.
Este entorno natural cuenta con numerosas rutas y senderos para descubrir. El camino que va hacia el barranco tiene un recorrido de aproximadamente 9 kilómetros en total, contabilizando la ida y la vuelta, y se puede completar en unas tres horas. Un paseo que permite a los visitantes caminar sobre puentes colgantes y escaleras con vistas a los cañones y acantilados, no apto para personas con miedo a las alturas.
Adrenalina y naturaleza
Lo que hace especial esta ruta es que está adaptada para todos los públicos, incluso para que los más pequeños puedan realizarla sin dificultades. Aunque hay zonas que se encuentran ligeramente expuestas y es mejor extremar las precauciones, lo cierto es que el reciente acondicionamiento de sus instalaciones ha facilitado la travesía, con diferentes pasarelas y escaleras para una mayor comodidad.
Los puentes colgantes son, sin duda, el mayor atractivo para los pequeños aventureros, quienes sentirán la emoción de cruzar de un lado a otro del cañón mientras disfrutan de unas vistas espectaculares. Las primeras pasarelas comienzan a aparecer justo encima del cauce del río blanco, cuando nos adentramos en el propio barranco y el camino se estrecha. Además de la adrenalina que ofrecen los puentes los niños pueden aprender sobre la flora y fauna local.
En el camino encontraremos un pequeño bosque de álamos que nos lleva al molino viejo de la zona, el cual es el destino final de la ruta. Además, durante el recorrido también podemos observar aves como el águila real o el buitre leonado, lo que convierte el paseo en una pequeña lección de naturaleza en plena acción. Toda una experiencia inmersiva que cuenta con accesos bien señalizados y pequeñas áreas de descanso para reponer fuerzas.
Si buscas una aventura que combine naturaleza, diversión y seguridad, la ruta del Barranco de la Hoz es, sin duda, el plan perfecto para conocer una de las maravillas escondidas de Teruel, disfrutando de una experiencia que tanto grandes como pequeños recordarán con cariño. Un plan perfecto para hacer este otoño cuando los tonos rojizos, marrones y dorados tiñan los árboles creando una estampa difícil de olvidar.