Esta es la villa medieval valenciana mejor conservada y catalogada como Bien de Interés Cultural

Esta es la villa medieval valenciana mejor conservada y catalogada como Bien de Interés Cultural

La única localidad que mantiene la totalidad de sus fortificaciones.

Una imagen de Mascarell.GOOGLE MAPS

España es todo un tesorero de joyas medievales con castillos, murallas y calles empedradas que nos evocan a historias de caballeros, reyes y antiguas civilizaciones de una época pasada. Las fortificaciones, levantadas para proteger las grandes ciudades, son testimonio del ingenio y la destreza arquitectónica de aquellos tiempos. Hoy en día destacan diversos pueblos que han logrado preservar este legado histórico.

Un claro ejemplo de ello es Mascarell, la pequeña villa medieval situada en la provincia de Castellón que se encuentra protegida por completo por una sólida muralla de piedra. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), la localidad ha logrado conservar su estructura original desde el siglo XIII, convirtiéndose en un auténtico tesoro arquitectónico y cultural que traslada a sus visitantes a la Edad Media.

Este enclave medieval pertenece al municipio de Nules y apenas tiene 200 habitantes, pero se le conoce por ser el único pueblo de la Comunidad Valenciana que está completamente amurallado, sin construcciones a su alrededor. A su interior tan solo se puede acceder por dos puertas que actúan de entradas y salidas, al este y al oeste de la villa. En total, la muralla abarca un perímetro de 620 metros de planta cuadrangular y tiene una altura de 6 metros.

Sobre su origen

Mascarell nació a raíz de la expulsión de los moriscos de la villa de Burriana en el siglo XIII, quienes se establecieron aquí y consiguieron impulsar su desarrollo como una pequeña villa fortificada destinada a defender a sus habitantes de posibles incursiones. Así, los orígenes de la muralla rondan el año 1553, la cual se construyó bajo la orden de la condesa de Oliva y Señora de Nules, María de la Cardona, con el fin de proteger a la población de los piratas berberiscos.

No obstante, en el siglo XVII, tras el decreto de expulsión de los moriscos, la pedanía quedó prácticamente despoblada. No fue hasta bien entrados los 1700 que el territorio consiguió recuperar paulatinamente su población, configurándose la villa actual completamente intramuros. Es decir, con el repoblamiento se decidió no crecer en territorio más allá de sus sólidas murallas, de ahí que no sea una villa de grandes dimensiones.

En su día la fortificación estaba rodeada por un foso que en la actualidad ha sido convertido en acequia que sirve como riego de los huertos de los exteriores del pueblo, donde también podemos encontrar un bonito jardín muy acogedor. En su interior, el casco histórico acoge edificios de interés patrimonial dignos de visitar como la casa consistorial del siglo XVIII y la parroquia, levantada a finales del siglo XVII.

En definitiva, en la Comunidad Valenciana podemos hablar de varias localidades que conservan los restos de sus fortificaciones, pero lo cierto es que solo Mascarell la mantiene en su totalidad. Eso convierte al pueblo no solo en un destino turístico de gran interés, sino también en un recordatorio vivo del legado histórico de la vida medieval en España. Una región amurallada que te invita a viajar al pasado y descubrir su riqueza cultural.