El río más corto de España nace de una cascada de 50 metros y atraviesa una Comunidad autónoma entera
La belleza natural se impone a la extensión.
En España la abundancia de agua y la riqueza geográfica dan lugar a una red hídrica impresionante, con más de 35.000 ríos y corrientes de agua distribuidos por todo el territorio. Entre arroyos, barrancos, gargantas, rieras y riachuelos, estas vías fluviales moldean la geografía. Muchas veces hablamos de los ríos más largos, de los más caudalosos o incluso de los más emblemáticos, pero muy poca gente sabe cuáles son los más pequeños.
Con una longitud modesta y enclavado en el corazón de Cantabria se encuentra el río Asón, conocido por ser el río más corto de España. Aunque su extensión pueda parecer insignificante en comparación con otros grandes ríos de la península, el Asón es un verdadero tesoro natural que combina belleza escénica, paisajes espectaculares y una historia cargada de significado para la región.
Este río cántabro tiene una longitud de 50,3 kilómetros y su curso principal atraviesa los municipios de Ampuero, Soba, Arredondo, Ruesga, Ramales de La Victoria y Rasines, hasta desembocar en la Ría de Limpias. Sus afluentes principales son el Gándara y el Carranza, los cuales son considerados Zona Especial de Conservación. Cabe destacar que su caudal medio anual es de 21,85 m3/seg, con mínimos estivales de 12.17 m3/seg y máximos de 38,15 m3/seg.
Un río muy especial
El nacimiento del Asón es uno de los espectáculos más impresionantes de Cantabria. Su origen se ubica en el portillo de Asón, un rincón rodeado de las montañas de Soba y su frondosa vegetación, donde el agua surge con fuerza desde una pared rocosa, creando una cascada que atrae a senderistas y amantes de la naturaleza de todas partes de España. Este salto de agua de más de 50 metros de altura no solo marca el inicio del río, sino que simboliza su vitalidad.
Un dicho popular de la región dice que no se trata de una cascada, sino del pelo plateado de una anjana, un ser de la mitología cántabra que habita en los bosques y montañas de la zona. Esta historia añade un aura de misterio y encanto al lugar, envolviendo el salto de agua en un manto de fantasía que invita a los visitantes a conectar con la tradición y la mitología local. Esta leyenda refuerza el vínculo entre el Asón y las profundas raíces culturales de Cantabria.
El Asón es un río que, pese a su corta longitud, deja una huella imborrable en quienes lo visitan. Su cascada inicial, su recorrido a través de paisajes pintorescos y su importancia ecológica lo convierten un emblema de Cantabria, una región que sabe cómo preservar sus tesoros naturales. Además, su tramo más bajo se incluye dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, un lugar catalogado de importancia internacional para la avifauna.