El bucólico pueblo de pescadores de Asturias que esconde su lenguaje único y exclusivo
Está entre los más bonitos de España.
En los últimos veranos se ha ido convirtiendo en un destino cada vez más y más solicitado. Cudillero, en Asturias, es uno de esos lugares de postal. Un pueblo de pescadores en el que el mar convive con las casas de alegres colores y donde se come de maravilla.
National Geographic lo ha incluido en su lista de los 100 pueblos más bonitos de España, y con razón.
De su patrimonio destacan la iglesia del casco histórico, la capilla del Humilladero, la Lonja o la Fuente del Canto, además de sus miradores. El paisaje, con el azul intenso del mar y su contraste con el verde de las laderas, es de los que se fijan en la retina.
Como recoge la revista, una de sus especialidades gastronómicas es el curadillo, "un escualo que se cura sin sal al viento del Cantábrico y que se guisa con patatas o con fabes".
Este rincón asturiano también alberga un lenguaje propio, el pixueto. Se tata de un dialecto del bable que utilizaban los marineros, con característicos diptongos en 'ia' y 'ua'.