10 nombres de pueblos de España que al pisarlos te entrará el hambre

10 nombres de pueblos de España que al pisarlos te entrará el hambre

Curiosos nombres que evocan sabores sin siquiera probar un bocado.

Rio Cares a su paso por el pueblo de Arenas de Cabrales en el Principado de Asturias, España.LuismiX via Getty Images

En España existen numerosos municipios con nombres curiosos y cuanto menos originales que sacan una sonrisa a cualquiera que los escuche. Desde Villaconejos hasta Guarromán, lo cierto es que este tipo de nombres no es algo raro en la geografía ibérica. Sin embargo, hay una estirpe de pueblos que destacan por tener nombres de comida que despiertan de manera inevitable el apetito de todo el que los visita.

Estas localidades con topónimos relacionados con alimentos no solo resultan pintorescas, sino que inconscientemente evocan sabores, olores y recuerdos culinarios sin siquiera haber probado un bocado. Además, tienen una gran capacidad de sorprendernos y, en muchos casos, divertirnos. Aunque sin duda estos nombres ayudan a diferenciar a sus pueblos y hacerlos destacar en toda la oferta de turismo rural. Aquí te traemos los más originales:

1. Cabrales, Asturias

Conocido por su famoso queso azul, este concejo asturiano situado en plena montaña es sinónimo de tradición quesera y paisajes impresionantes, donde el senderismo y la naturaleza son auténticos protagonistas. Está compuesto por alrededor de 18 núcleos de población y es mundialmente conocido por sus productos lácteos, los cuales tienen un sabor intenso y único que hacen que a más de uno se le haga la boca agua de solo pensarlo. 

2. Cebolla, Toledo

Aunque el nombre de hortaliza pueda resultar gracioso, Cebolla es un pueblo toledano con una rica historia que data de la época romana y con un patrimonio arquitectónico digno de admirar. A sus habitantes se les conoce como “cebollanos” y en sus calles albergan maravillas como el castillo de Villalba, la ermita de San Illán o la de San Blas.

3. Melón, Ourense

Esta pequeña localidad situada en el corazón de la provincia de Ourense ofrece a los visitantes una experiencia única en plena naturaleza. Sobre todo en verano destaca por sus numerosas pozas de agua cristalina, donde refrescarse en los días más calurosos. Además, ha ganado popularidad entre los amantes del senderismo y la naturaleza gracias a un tesoro oculto: su impresionante cascada, una de las más altas de Galicia. Esta es la fervenza de Tourón (cascada en gallego), con una altura de unos 120 metros.

4. Aceituna, Cáceres

Enclavado en la comarca de la Sierra de Gata, Aceituna es un pequeño y tranquilo pueblo extremeño de apenas 500 habitantes. Aunque su nombre haga referencia a una de las tapas más famosas de España, su economía no está centrada exclusivamente en la aceituna, pero su conexión con la agricultura de olivo es innegable. Algunos de sus lugares más emblemáticos son el Parque Botánico, la Iglesia Parroquial de Santa Marina y la Ermita del Cristo.

5. Los Albaricoques, Almería

Aunque su nombre sugiere relación con la fruta, este lugar es conocido por ser el escenario de una de las películas del oeste más famosas de la historia: La muerte tiene un precio (Leone, 1966). Sus paisajes desérticos lo convierten en un lugar icónico para los cinéfilos y amantes del cine western. Con apenas 250 habitantes, este pueblo ha conseguido hacerse un hueco en la oferta de turismo rural destacando por su lado hollywoodiense

6. Cava, Lleida

Situada en la comarca del Alt Urgell, este pueblo pirenaico evoca irremediablemente a la famosa bebida espumosa de Cataluña, aunque su nombre nada tiene que ver con ello. Con increíbles accidentes geográficos, como la sierra del Cadí, este lugar es perfecto para aquellos que buscan escapadas tranquilas en un entorno natural inigualable. Además, destaca su castillo, que data del año 1277, y lugares como la Silla del Señor.

7. Membrillo, Toledo

Este pequeño núcleo urbano en La Mancha es un verdadero ejemplo de tranquilidad rural. Con apenas 200 habitantes y ubicado muy próximo a la localidad de Talavera de la Reina, Membrillo es ideal para alejarse de la vida urbana y respirar aire puro. Aunque su nombre nada tiene que ver con la producción de este dulce tradicional, no podemos evitar evocarnos en dicho fruto y recordar el sabor del mismo. 

8. Nuez, Zamora

Este pueblo zamorano destaca por su carácter tranquilo en un gran entorno natural conformado por parajes únicos de exuberante vegetación, originados por la humedad y el frescor del río. Algunas de sus fuentes más populares son La Grande o Romana y la de Ricasenda, así como también destaca su iglesia parroquial de San Juan Bautista. En definitiva, aunque esta localidad no es precisamente conocida por el cultivo de la nuez, tiene otras muchas maravillas que te dejarán sin palabras.

9. Pepino, Toledo

Además de por su curioso nombre, este pueblo de apenas 3.000 vecinos también destaca por ser el que mayor renta tiene de la provincia de Toledo. Aunque no tiene una relación directa con la producción del pepino, es un lugar donde se respira la calma de la España rural, con paisajes abiertos y fértiles tierras de cultivo. Su nombre proviene de un antiguo labrador, Alonso Pepino, el cual vivió allí en el siglo XVI.

10. Torrijas, Teruel

Esta pequeña localidad turolense, cuyo nombre trae a la mente el rico y tradicional postre de Semana Santa, se encuentra en una región conocida por sus frías montañas y su ganadería. El pueblo destaca por su entorno natural y la tranquilidad de sus pocos habitantes, además de por su rico patrimonio artístico con monumentos como la iglesia parroquial de San Cosme y San Damián.