Un estudio desvela que los árboles pueden predecir erupciones con años de antelación
Este método puede servir para detectar cambios en las emisiones volcánicas volátiles desde el espacio, según los expertos.
La actividad volcánica afecta a los árboles. Así lo recoge un estudio de la Universidad McGill de Canadá que publicó el pasado mes de noviembre la revista Geochemistry, Geophysics, Geosystems. La manera en la que este fenómeno influye en las plantas tiene que ver con las concentraciones de CO2 y H2O.
Las emisiones volcánicas volátiles dan información acerca de la actividad volcánica. Y, aunque resultan difíciles de detectar vía satélite, se pueden obtener pistas de la misma a partir de los árboles y plantas de alrededor.
Ello se debe a que la desgasificación volcánica hace que aumenten las concentraciones locales de CO2 y de H2O. Por lo tanto, es bastante probable que acelere el proceso de fotosíntesis de las plantas de alrededor.
De tal manera que "los satélites pueden detectar la salud de las plantas, o una reacción a la fotosíntesis, a través de un Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI)", recoge el estudio. "Esto", continúa el texto, "puede actuar como un indicador potencial para detectar cambios en las emisiones volcánicas volátiles desde el espacio".
Para corroborarlo, los investigadores analizaron los valores NDVI en el Parque Nacional de Yollowstone, en Estados Unidos, entre 1984 y 2001. Y comprobaron que la región del bosque que estuvo expuesta a la actividad volcánica de la zona "era más saludable" que la que no.
Sin embargo, "a medida que la actividad volcánica se intensifica, puede dañar las plantas", prosigue el estudio. "Detectamos aumentos en el estrés de las plantas causado por aumentos en la temperatura del suelo y las emisiones de azufre antes de que fueran detectables por otros tipos de satélites", han apostillado los investigadores.
En cualquier caso, el método que han estado estudiando "podría" resultar una nueva herramienta "segura y eficaz para detectar cambios en las emisiones volátiles en entornos volcánicos peligrosos o de difícil acceso", concluyen.