Un reputado biólogo relaciona las consecuencias de la longevidad con el ayuno intermitente de 16 horas

Un reputado biólogo relaciona las consecuencias de la longevidad con el ayuno intermitente de 16 horas

Y da pistas sobre cuándo hacer el ayuno.

Pareja mayor con un cesto de manzanas.Getty Images

De entre todas las creencias y consejos extendidos sobre la longevidad, los especialistas coinciden en que una alimentación equilibrada y saludable así como hacer ejercicio y mantener el cuerpo activo, son claves para llegar a vivir más años de forma sana.

Sin embargo, nuevas investigaciones y especialistas dan otras claves que pueden ayudar a llegar a más edad con una buena calidad de vida como es el ayuno. Una línea de trabajo que ha centrado las recientes investigaciones del biólogo Rafa del Cabo, investigador y jefe de Laboratorio de Gerontología Translacional en el National Institute on Aging (NIA), el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos. 

"Estamos intentando entender mejor cuánto son el mínimo número de horas que tienen que pasar sin comer para conseguir los beneficios de la restricción calórica en el envejecimiento", cuenta en una entrevista con La Vanguardia.

Aunque la mayoría de sus ensayos se han centrado en el estudio del comportamiento en animales, donde se ha visto una relación directa entre el ayuno, de hasta 18 horas en animales, y la longevidad. En humanos, todavía se está estudiando, pero ya han visto los primeros resultados.

"Hay muchos ensayos clínicos en humanos, y se están viendo los beneficios con 16 horas diarias de ayuno, y acceso a comida durante 8 horas", relata en la mencionada entrevista.

Con respecto a las horas en las que se debe hacer el ayuno, Del Cabo apunta a que las evidencias relacionan los ritmos circadianos del sueño con la ingesta de comida: "Comer de día es mejor para la longevidad que comer de noche, se producen mejoras de marcadores clínicos, independientemente de si las personas tienen o no obesidad".

A pesar de esto y de que el ayuno intermitente se está convirtiendo en un hábito que cada vez sigue más gente, Del Cabo advierte que no a todo el mundo le puede funcionar ni que siempre se debe pautar el mismo tiempo de ayuno ni la misma reducción calórica. 

"Estoy seguro de que habrá que ajustar cada intervención al estado clínico, al genotipo y al fenotipo, porque cada individuo responderá de forma diferente. La gente que quiere hacer ayuno durante unas horas al día tiene que estar sana, y siempre debe consultar con el médico", añade.