Un conocido fármaco responde contra dos de las enfermedades mentales más extendidas
Se debe al efecto antiinflamatorio que puede provocar.
Un estudio de investigadores italianos ha demostrado que en dosis bajas la medicación implicada en la regulación de la respuesta inmune e inflamatoria puede mejorar la eficacia de las terapias contra la depresión y el trastorno bipolar.
Concretamente, se trata de una proteína secretada por las células T y sanguíneas, llamada interleucina 2 (IL-2), que normalmente está presente en nuestro organismo con funciones de inmunomodulación. La finalidad principal de esta molécula es favorecer la diferenciación de linfocitos T, encargados de proteger al organismo de agentes infecciosos.
Esta interleucina provoca un crecimiento de células T que ya había demostrado eficacia antiinflamatoria contra algunas enfermedades autoinmunes, catalizando la producción de un grupo específico de células T (CD4+) en el timo.
Una de las formulaciones más populares es la Aldesleukina, un fármaco utilizado tradicionalmente para combatir diversos tipos de cáncer como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y otras enfermedades.
El estudio ha estado coordinado por científicos de la Universidad Vita – Salute San Raffaele de Milán y el Hospital IRCCS San Raffaele en colaboración con la Unidad de Neuroinmunología de la IRCCS Fondazione Santa Lucia en Roma y el Centro Médico de la Universidad Erasmus en Rotterdam (Países Bajos).
Los investigadores probaron esta proteína para tratar el trastorno depresivo mayor (TDM) y el trastorno bipolar (TB), ya que se ha demostrado que algunas personas con esta enfermedad mental podrían estar asociados con trastornos inmunitarios.
Concretamente, la depresión y el trastorno bipolar pueden provocar, según datos del estudio, un aumento de las citoquinas (moléculas proinflamatorias) así como la activación de la microglía cerebral influyen negativamente en la producción de neurotransmisores y el "mantenimiento del aparato sináptico de las neuronas", algo fundamental en las terapias antidepresivas.
"La depresión, especialmente cuando se resiste a las terapias antidepresivas tradicionales, va acompañada de un estado inflamatorio que afecta a todo el organismo", señalan desde la investigación, donde ejemplificaron esta relación con el efecto en la salud mental que tuvo la pandemia de la covid-19.
“Creemos que nuestros estudios ya pueden cambiar la práctica clínica. Con esta investigación, de hecho, hemos resaltado los efectos terapéuticos de las dosis bajas de interlucina 2, sin detectar efectos secundarios", señala en el comunicado emitido por la universidad el profesor Francesco Benedetti , jefe de la Unidad de Investigación en Psiquiatría y Psicobiología Clínica y profesor de Psiquiatría de la Universidad Vita-Salute San Raffaele.
"Esperamos que esta evidencia abra ahora el camino a una nueva manera de intervenir en la depresión resistente al tratamiento , esperando despertar la atención para abordar el proceso previsto para obtener la indicación para el uso clínico de esta sustancia para la depresión", añade.