Soy técnica en nutrición y te desvelo los falsos mitos sobre los aditivos de los alimentos

Soy técnica en nutrición y te desvelo los falsos mitos sobre los aditivos de los alimentos

Desmonta seis creencias inexactas sobre estas sustancias.

Varios aditivos alimentarios en unos cereales.Szasz-Fabian

En el mundo de la alimentación, los aditivos alimentarios suelen generar mucha controversia, comienza por reconocer la técnica en Nutrición y Dietética Ana Luzón. De hecho, a menudo, se les percibe como sustancias químicas peligrosas que deberíamos evitar a toda costa. Sin embargo, aclara esta experta, “esta percepción está plagada de mitos y desinformación”. Así que procede aclararnos algunos de estos malentendidos para ayudarte a tomar decisiones informadas sobre tu dieta.

El primero es que todos los aditivos son artificiales y perjudiciales. “Los aditivos alimentarios incluyen tanto sustancias naturales como artificiales”, explica Luzón. “Por ejemplo, la vitamina C (ácido ascórbico) y el extracto de remolacha se utilizan comúnmente como aditivos. Además, los aditivos artificiales que se emplean en los alimentos han sido sometidos a rigurosas evaluaciones de seguridad por organismos reguladores como la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria)”, aclara.

El segundo mito es que los números E son sinónimo de peligro. En cambio, destaca la nutricionista, “los números E indican que un aditivo ha sido aprobado para su uso en la Unión Europea tras una evaluación exhaustiva de su seguridad. Estos números son simplemente una forma estandarizada de identificar los aditivos y no indican peligrosidad”.

Respecto al tercer mito, Ana Luzón menciona el de que los conservantes son innecesarios y dañinos. “Los conservantes desempeñan un papel crucial en la seguridad alimentaria al prevenir el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras que podrían causar enfermedades”, explica la experta. Es más, sin ellos, muchos alimentos tendrían una vida útil mucho más corta, lo que incrementaría el desperdicio de alimentos, añade.

La cuarta creencia popular es que los aditivos causan alergias y sensibilidades generalizadas. Ana Luzón destaca, en cambio: “Aunque algunas personas pueden ser sensibles a ciertos aditivos, la incidencia es relativamente baja. La mayoría de los aditivos son seguros para la mayoría de las personas”. Es importante, recalca, “distinguir entre una reacción alérgica real y una intolerancia, y en muchos casos, los aditivos que causan problemas están claramente etiquetados en los productos alimentarios”.

El quinto mito es que los aditivos no tienen beneficios nutricionales. Pero Luzón explica que algunos aditivos mejoran el valor nutricional de los alimentos. “Por ejemplo, las vitaminas y minerales añadidos (como la vitamina D en la leche o el hierro en los cereales) ayudan a prevenir deficiencias nutricionales en la población”, detalla.

Y ya la sexta creencia inexacta es que los aditivos son responsables de la obesidad y otras enfermedades crónicas. “La obesidad y las enfermedades crónicas están más estrechamente relacionadas con el exceso de calorías, grasas saturadas, azúcares y un estilo de vida sedentario”, afirma la técnica en nutrición y dietética. “Culpar a los aditivos por estos problemas simplifica demasiado una cuestión compleja. Es importante enfocarse en una dieta equilibrada y variada y un estilo de vida saludable en su conjunto”, advierte.

Espacio Eco
Un proyecto de Espacio Eco

Como conclusión, esta nutricionista recuerda que “los aditivos alimentarios son una parte esencial de nuestra cadena alimentaria moderna, contribuyendo a la seguridad, calidad y nutrición de los alimentos”. Debemos recordar, sugiere, “que desempeñan funciones importantes y están regulados estrictamente para asegurar su seguridad. La clave está en informarse y no dejarse llevar por mitos infundados. Como técnica en nutrición, te animo a adoptar una visión equilibrada y fundamentada en la ciencia respecto a los aditivos alimentarios".