Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Soy técnica en nutrición y así como chocolate para que no me den picos de azúcar
Salud

Salud

Soy técnica en nutrición y así como chocolate para que no me den picos de azúcar

La experta en nutrición y dietética Ana Luzón explica toda las claves a tener en cuenta para evitarlos.

Distintos tipos de chocolate.Getty Images

 Vivimos en un mundo obsesionado con los trucos y los atajos. Cómo evitar el hambre sin comer, cómo engañar al cuerpo para no tener antojos, cómo compensar un exceso con un déficit al día siguiente. "En este contexto, no es raro encontrar estrategias para 'controlar' la glucosa, muchas veces centradas en evitar picos de azúcar con combinaciones específicas de alimentos, suplementos o trucos caseros", explica la técnica en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Pero la cuestión es, según esta experta, "¿nos estamos haciendo las preguntas adecuadas?".

Y responde con su experiencia: "Como técnica en nutrición, me interesa mucho más el patrón alimentario general y el estilo de vida que la obsesión por el impacto inmediato de un alimento en la glucosa. Y por eso, aunque el título de este artículo pueda parecer una fórmula mágica para estabilizar el azúcar en sangre, lo que realmente quiero cuestionar es: ¿dónde estamos poniendo el foco?" 

El problema, añade la nutricionista, "no es el chocolate, sino cómo pensamos en la comida. La idea de que debemos evitar los picos de glucosa a toda costa ha calado hondo en la cultura popular". "No es raro escuchar recomendaciones como “come un poco de grasa antes del carbohidrato” o “toma vinagre para reducir la respuesta glucémica”, que, aunque pueden tener cierta base fisiológica, a menudo se convierten en una excusa para seguir comiendo de forma desordenada y compensar hábitos poco saludables con parches momentáneos. 

El problema tampoco es que alguien coma chocolate ni que busque minimizar su impacto glucémico, resalta también. "El problema es que, si llegamos a ese chocolate con hambre voraz, con una dieta desestructurada, con un alto consumo de ultraprocesados o con una relación de amor-odio con la comida, ningún truco va a solucionar la raíz del asunto. Y si nuestra alimentación diaria está basada en productos de bajo valor nutricional y buscamos corregirlo con combinaciones estratégicas para “equilibrar” la glucosa, estamos ignorando lo fundamental: el cuerpo no funciona a base de compensaciones, sino de hábitos sostenidos en el tiempo", aclara esta experta.

Pero, más allá de la glucosa, la cuestión es también qué deberíamos preguntarnos. Ana Luzón lo señala: "En lugar de preocuparnos por si un alimento puntual genera un pico de azúcar, quizá deberíamos reflexionar sobre: ¿Estoy comiendo de forma estructurada o paso muchas horas sin comer y luego arraso con lo primero que pillo?, ¿estoy incluyendo suficientes proteínas, grasas saludables y fibra a lo largo del día, no como un truco, sino como parte de una alimentación equilibrada?, ¿cómo está mi descanso y mi nivel de estrés? Porque, spoiler: el cortisol también influye en la glucosa en sangre o ¿estoy moviéndome lo suficiente?".  La razón es que "el ejercicio físico es una de las herramientas más poderosas para regular la respuesta glucémica, sin necesidad de hacks ni combinaciones mágicas. 

La clave, añade la nutricionista, está en la "nutrición sin trucos: el equilibrio a largo plazo". "Es fácil caer en la tentación de buscar soluciones rápidas. Vivimos en una sociedad que prioriza los resultados inmediatos, y la nutrición no es una excepción. Pero la salud no se construye con estrategias aisladas, sino con un estilo de vida coherente y sostenible. Por eso, en lugar de preocuparme por si el chocolate me sube la glucosa, prefiero centrarme en que mi alimentación global sea nutritiva, suficiente y variada. Prefiero asegurarme de que mi cuerpo recibe los nutrientes que necesita, de que mis elecciones alimentarias responden a mis necesidades y no a impulsos descontrolados, y de que mi bienestar no depende de trucos, sino de hábitos sólidos. 

Porque la verdadera pregunta, concluye esta experta, "no es cómo hacer para que el chocolate no me suba la glucosa, sino cómo hacer para que mi alimentación me permita disfrutar del chocolate sin que esto sea un problema en primer lugar. Y esa respuesta no está en un truco, sino en la forma en la que nos relacionamos con la comida en su conjunto".