Soy dietista y te revelo la mejor hora del día para comer dulces

En el mundo de la nutrición, cuando se quiere vigilar lo que comemos, lo más importante es intentar encontrar un equilibrio que nos permita disfrutar del placer de la gastronomía y, al mismo tiempo, mantener una dieta saludable. En esa búsqueda, el lugar que ocupa el consumo de dulces es un asunto controvertido, ya que su consumo excesivo puede tener consecuencias negativas para la salud.

Joanna Zielewska, psicodietista polaca y autora de libros sobre alimentación saludable, asegura en una entrevista publicada en la web Onet Kobieta que el mayor peligro que tiene el consumo excesivo de dulces es el efecto negativo que pueda tener sobre nuestra salud intestinal y la flora bacteriana. Sin embargo, esta experta tiene buenas noticias para los que se sienten culpables cuando consumen azúcar: no todo está perdido porque hay momentos clave del día en los que se puede consumir sin poner en peligro nuestra dieta.

Según Zielewska, una pequeña dosis de algo dulce a primera hora de la mañana puede resultar beneficiosa para nuestra salud porque puede ayudar a reducir el estrés matutino. 

Aunque recomienda consumir pequeñas cantidades de chocolate negro o una cucharada de crema de avellanas, la nutricionista no cree que este sea el mejor momento del día para consumir dulce, pero deja claro que sí se ingieren estos alimentos es importante complementarlo con un desayuno nutritivo, rico en vitaminas y minerales esenciales.

Respecto al consumo nocturno de azúcar, un tentación para los que buscan relajarse con un dulce después de un largo día de trabajo, Zielewska avisa de los riesgos que tiene un consumo excesivo de estos productos en esta etapa del día, por eso sugiere alternativas más saludables, como tomar infusiones con limón o té y un poco de dulce.

Entonces, ¿cuándo es el mejor momento del día para comer dulce? Según Zielewska, el instante idóneo para caer en la tentación es a primera hora de la tarde. La razón, explica, es que el cuerpo quema más rápido las calorías que aporta el dulce durante el día, en comparación con la noche, cuando la demanda energética del cuerpo es más baja.