Alertan del otro miembro familiar en riesgo ante la plaga letal para perros que azota España
Los niños pequeños también pueden sufrir erupciones y, los asmáticos, episodios graves.
La oruga procesionaria (Thaumetopoea Pityocampa) empieza a ser un peligro no sólo para los perros. A diferencia de lo que ocurre con otros tipos de orugas, esta especie puede ser dañina para los niños pequeños, además de mortal, como hemos contado en otras ocasiones para los perros y los gatos.
A principios de la primavera, las orugas procesionarias abandonan sus nidos en lo alto de los pinos mediterráneos y se dirigen al suelo. Cuando esto sucede, pueden entrar en contacto con niños pequeños y mascotas que se acercan a olerlas.
Lo primero que te recordamos en cómo identificar a esta clase de orugas en concreto. La oruga procesionaria se encuentra principalmente en bosques arbolados y se puede identificar por los miles de pequeños pelos o cerdas venenosas que cubren sus cuerpos. Miden entre 3 y 4 cm de largo y suelen ser de color naranja y marrón y suelen ir en “procesión”, es decir, en fila, de ahí de su nombre.
En los últimos años, Europa ha experimentado un gran aumento en el número de orugas, con Alemania, los Países Bajos y Bélgica sufriendo prácticamente una plaga. Estas orugas se pueden encontrar en otros árboles, como los robles, aunque en España se encuentran sobre todo en los pinos, pero no sólo en el campo, también en los de los parques de la ciudades.
Los pelos de esta oruga contienen una proteína urticante llamada taumetopoeína que, en casos menores, puede causar irritación de la piel o un sarpullido muy parecido al que se experimenta después de frotar una ortiga. Si ocurre, una crema antihistamínica suele ser suficiente para aliviar los síntomas.
Pero, en casos más graves, las personas pueden sufrir reacciones alérgicas o problemas respiratorios y los asmáticos son particularmente vulnerables y corren el riesgo de sufrir un ataque severo.
En España, se encuentran principalmente en la región mediterránea del sur. Como pista, si tu perro u otra mascota entra en contacto con orugas procesionarias, es posible que tengan pequeñas manchas blancas alrededor de la boca o en la lengua.
A medida que se desarrolla la erupción, esto puede provocar babeo y que la lengua se le hinche. Lo mejor es llevarle al veterinario de inmediato. Y, el caso de los niños, sobre todo si son pequeños o asmáticos, también se aconseja acudir preventivamente al médico.