Segunda oleada de la plaga mortal para perros en España en menos de dos meses
Con este nuevo aumento de temperaturas, la presencia de estos insectos se ha multiplicado.
Hace unas semanas les contábamos que las elevadas temperaturas registradas en el país habían provocado que los ciclos vitales de ciertos insectos se había acelerado de forma anormal. Hasta el punto de que algunos de ellos, como la procesionaria cayeran de los árboles de forma prematura -a final de febrero cuando lo normal es que caigan entre febrero y marzo-, y con ello aumentara el riesgo de contagio de algunos animales, especialmente los perros.
Cuando hablamos de la procesionaria nos referimos a un insecto que habita en lo alto de los árboles y que durante los meses de calor cae a la tierra, mientras que en invierno permanece hibernando. Se trata de un insecto que puede ser especialmente dañino para los perros, ya que un mínimo contacto con ellas, puede derivar en problemas de salud graves para ellos.
Esto se debe a los pelos que recubren su cuerpo, que cuentan con una enzima proteolítica que al contactar con la piel o mucosas de los perros, pueden producir necrosis en la lengua o tejidos que en casos extremos puede provocar la muerte de la mascota.
Durante las últimas tres semanas su presencia se había reducido de forma considerable debido a los descensos térmicos y la presencia de lluvias, que favorece que estas orugas permanezcan en los árboles, dejando así estampas más comunes y suelos despejados de estas peligrosas orugas.
Pero con el aumento de las temperaturas desde el pasado jueves, han resurgido de nuevo, apareciendo de forma notable en los suelos, al ser desprendidas por los árboles en los que se encuentran. Habrá que esperar a los próximos días para comprobar si en esta ocasión han regresado para quedarse o si por el contrario, volverán a desaparecer hasta la llegada definitiva del verano.
En cualquier caso y con el objetivo de minimizar riesgos, se recomienda a todos los dueños que lleven a sus perros atados con correo a la hora de sacarlos a la calle y así poder controlar en todo momento qué hace su mascota.