Un nuevo estudio de la neurociencia identifica dos actividades diarias que mantienen el cerebro joven y activo
Son sencillas de realizar y aportan múltiples beneficios.
La salud física y la salud mental van de la mano. Por ello, es indispensable realizar ejercicio físico. Y no vale la excusa de la falta de tiempo, por poco que sea, siempre será mejor que no hacer nada.
En ese sentido, el neurocientífico Nas destaca que “aunque no siempre tienes el tiempo o la energía para hacer un entrenamiento completo”, la realidad es que “la ciencia demuestra que cualquier actividad física es mejor que ninguna actividad física”.
La explicación de esta conexión entre la salud física y la mental es que el ejercicio consigue una serie de sustancias químicas que, entre otras cosas, mejoran el estado de ánimo y mantienen el cerebro joven y activo.
Aunque hay muchas alternativas posibles, existen dos actividades diarias que, pese a ser muy sencillas de realizar, son especialmente beneficiosas para el cerebro. Tal y como recoge la revista Vogue Italia, la primera de ellas es caminar.
Según Nas, caminar es una acción que fortalece “las conexiones entre los circuitos cerebrales, que son importantes para procesar las emociones, la resolución de problemas y la memoria”.
Precisamente, en relación a la memoria, el neurocientífico explica que “caminar tres veces por semana durante 20 minutos hace más espeso el tejido que conecta las partes derecha e izquierda de nuestro cerebro”, algo que “conduce a una mejora de la memoria”.
Los beneficios para el cerebro de bailar
No obstante, a quienes les aburra caminar tienen otra opción: Bailar. La danza es muy positiva para el cerebro debido a que se activan de manera simultánea varias funciones cerebrales, como “el movimiento corporal, la toma de decisiones, la conciencia musical y el estado emocional”, apunta Nas.
El experto subraya que el baile “es un verdadero entrenamiento para el cuerpo y la mente, que requiere procesos rápidos de toma de decisiones, ayudando a mantener el cerebro joven y dinámico”.
De hecho, Nas recuerda que “se ha demostrado que (el baile) favorece la movilidad en personas que padecen la enfermedad de Parkinson, es terapéutico para quienes padecen trastornos del estado de ánimo y es revitalizante después de la menopausia”.