No solo platos precocinados: los cuatro alimentos que son gasolina para el ictus
Hay muchos otros alimentos que pueden favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares, cerebrales y similares.
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Todos sabemos que una dieta poco saludable es un foco de graves problemas que con el paso de los años se terminará haciendo más patente. La presencia de un exceso de comida basura, grasas saturadas o trans y una alimentación poco equilibrada, puede acarrear graves consecuencias y provocar enfermedades crónicas.
Una de ellas es la arteriosclerosis, que principalmente afecta a personas mayores, aunque hasta su aparición pueden transcurrir muchos años. Esta aparece cuando se ingieren alimentos que provocan una obstrucción en el corriente sanguíneo, impidiendo que la sangre circule como debería a través de las arterias y los vasos sanguíneos.
Como consecuencia, pueden surgir problemas circulatorios, cerebrovasculares o ataques cardíacos, entre otros. Y por lo general, la causa suele ser una mala dieta. Para evitar que esto ocurra, los expertos recomiendan evitar o reducir en la medida de lo posible algunos alimentos, entre ellos:
Lácteos ricos en grasas: En este grupo se encontraría la mantequilla, nata requesón, la leche entera o los quesos grasos, ya que contienen gran cantidad de ácidos grasos animales saturados, lo que favorece el incremento del colesterol y con él un endurecimiento de las arterias. Como alternativa es recomendable consumir lácteos de origen vegetal, quesos bajos en grasa o leche de oveja.
Carnes rojas: Otra causa del endurecimiento de arterias se encuentra en el consumo de carnes rojas, como la del cerdo, o en formas de salchichas, tocino, jamón o salami, que también provocan aumentos de colesterol LDL en los vasos sanguíneos.
Platos precocinados: En este grupo entrarían todos los alimentos que se encuentran previamente preparados, como pueden ser las pizzas congeladas y aquellos que contienen harina blanca, aceites refinados, sal o azúcar.
Frituras: Otros que podemos incluir en esta lista son los alimentos fritos y rebozados como patatas frutas o croquetas, aunque también filetes empanados, escalopes y similares. Estos deberían comerse con mesura y no de forma abusiva, ya que pueden favorecer la aparición de arteriosclerosis.