El 58% de los niños de entornos más desfavorecidos tienen un sueño de mala calidad

El 58% de los niños de entornos más desfavorecidos tienen un sueño de mala calidad

Alianza por el Sueño e IKEA han presentado las conclusiones del estudio 'Condiciones socioeconómicas y sueño'.

Imagen de archivo de un niño durmiendo.Getty Images

La falta de sueño hace perder a los españoles 10.703 millones de euros anuales. Quizá cueste visualizar la cifra, pero el Dr. Carlos Egea, coordinador del grupo sanitario de la Alianza por el Sueño, resume en una contundente frase la importancia que tiene el dormir lo suficiente: "Hay una relación directa entre el número de horas que uno duerme y la esperanza de vida". 

Así lo ha expresado en la presentación este jueves del estudio Condiciones socioeconómicas y sueño elaborado por Alianza por el Sueño e IKEA, del que se desprende que, aunque en general se duerme mal, se duerme aún peor en familias con bajo nivel socioeconómico. "De una necesidad biológica fundamental, puesto que los cimientos del sueño son los de la salud, estamos haciendo un lujo", ha enfatizado en el acto la doctora Silvia Gismera, del grupo de Sostenibilidad, Economía y Empresa de la Alianza por el Sueño.

Según los datos de una encuesta realizada por IKEA este verano a 2.540 españoles mayores de 18 años sobre la percepción subjetiva del descanso óptimo, se constató esa estrecha relación entre el poder adquisitivo y la calidad del sueño: "El porcentaje de personas con un nivel adquisitivo bajo que duermen menos de cinco horas duplica a las de nivel medio y alto", ha explicado explica Álvaro Rol, líder del área de Insights de IKEA en España.

"El porcentaje de personas con un nivel adquisitivo bajo que duermen menos de cinco horas duplica a las de nivel medio y alto"

"Además, se ve que las personas de nivel socioeconómico bajo y medio tienen más dificultades para conciliar el sueño. Esto se puede deber a múltiples factores desde mayores preocupaciones que impiden una rápida conciliación, hasta condiciones ambientales menos favorecedoras para conciliar el sueño como puede ser el calor o el ruido", ha agregado Rol. En concreto, el 64% de las personas de ingresos bajos preguntadas indicaron que tardaban en quedarse dormidos, mientras que este porcentaje se reduce al 53% en las de ingresos elevados: una horquilla de 11 puntos de diferencia.

Sobre si el sueño les resulta reparador, el 45% de los encuestados respondieron que sí, pero de nuevo, se abre la brecha: baja al 40% en personas de segmentos bajos, mientras que sube al 55% en las de segmentos altos, lo que marca una diferencia de 15 puntos.

Sueño y nivel educativo

Por otro lado, la revisión de le evidencia científica publicada elaborada por Alianza por el Sueño apunta a la importancia del nivel educativo, relacionado también con alteraciones en el sueño. Por ejemplo, en poblaciones con menor nivel educativo, la prevalencia de insomnio aumenta del 15,6% al 17,1%.

En poblaciones con menor nivel educativo, la prevalencia de insomnio aumenta del 15,6% al 17,1%

"Las personas con niveles de estudio inferiores tienen mayor probabilidad de sufrir trastornos del sueño como insomnio y apnea tanto en la calidad como en la cantidad, lo que repercute en su salud física y mental, en sus relaciones personales y en su desarrollo profesional impidiendo tener mejor funcionalidad diurna que le permita acceder a mejores condiciones socioeconómicas. Es importante crear campañas educativas públicas para reducir la vulnerabilidad en estas poblaciones", defiende Egea.

El sueño de los niños y la Gen Z

El estudio también pone sobre la mesa que el 58% de los niños y niñas de barrios más desfavorecidos y vulnerables tienen un sueño de mala calidad. Como han señalado, los padres con un estatus económico elevado tienden a tener hijos con menos problemas de sueño que aquellos de menor nivel económico, lo que impacta positivamente en el desarrollo cognitivo y académico de estos niños, brindándoles mayores posibilidades de alcanzar un estatus socioeconómico similar al de sus padres o mejor.

Los padres con un estatus económico elevado tienden a tener hijos con menos problemas de sueño

Por contra, "vivir en un barrio desfavorecido, caracterizado por altos índices de desempleo, bajos recursos económicos y un bajo nivel educativo, es un factor de riesgo para que los niños sufran apnea del sueño, y/o insomnio según estudios epidemiológicos", como ha indicado Gismera.

Sobre la denominada Generación Z, la doctora ha afirmado con rotundidad que "duermen muy mal": "Cerca del 40% refiere que tiene una mala calidad del sueño". Esto aumenta la probabilidad de desencadenar somnolencia diurna, lo que afecta al rendimiento académico y al funcionamiento socioemocional.

Los seis esenciales del descanso de IKEA

En línea con las conclusiones del estudio y en el marco de la campaña Permítete descansar, IKEA ha presentado sus seis esenciales para un descanso asequible: la comodidad, la luz, la temperatura, el sonido, la calidad del aire y el orden.

  Una pareja durmiendo en una cama.IKEA
Titania
Titania
Santander

"La comodidad, como primer elemento esencial, es prioritario para facilitar el sueño, eligiendo el colchón y la almohada que se adapten mejor a la posición al dormir. En cuanto a la luz hay que tener en cuenta que el dormitorio debería estar lo más oscuro posible, por lo que el papel de cortinas y persianas aquí es muy importante. Respecto a la temperatura, lo ideal es que el cuarto donde durmamos esté entre los 16 y 19º C. La calidad del aire es otro esencial para favorecer un sueño adecuado para lo que nos pueden ayudar cortinas purificadoras de aire, ventiladores, unidades de aire acondicionado o purificadores de aire. Por último, IKEA apunta a la importancia que tiene el orden para que durmamos bien", indican.

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