Las urgencias de los hospitales, ya tensionadas, aguardan "expectantes" el pico de gripe
Los próximos diez días serán clave.
Aunque el pico de gripe se ha retrasado esta temporada y ha logrado sortear las fiestas navideñas, los servicios de urgencias de los hospitales ya están tensionados ante el incremento de los ingresos y aguardan "expectantes" el pico de la epidemia para dentro de unos 10 días.
El vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y jefe de Urgencias del Hospital Universitario Reina Sofía de Murcia lamenta en declaraciones a EFE que el colapso ya está planeando sobre estos servicios, lo que está dando lugar a "ciertos problemas en distintos grados" para ingresar pacientes.
Según los últimos datos del Instituto de Salud Carlos III, publicados este jueves, en la primera semana del año, las enfermedades respiratorias —gripe, covid-19 y Virus Respiratorio Sincitial— han aumentado su incidencia en Atención Primaria hasta un 49 % respecto a los últimos siete días de 2024, al pasar de 562,9/100.000 habitantes a 639,8 casos. En los hospitales, ha subido de 19,7 a 23.
La gripe es el que avanza con más fuerza: de una tasa estimada de 134 casos detectados en centros de salud ha pasado a 200,9, mientras que la de los ingresos hospitalarios casi se ha duplicado de los 2,5 casos/100.000 habitantes a 4,7.
No obstante, el ritmo con el que lo hace es muy inferior al del año pasado, cuando en estas fechas la tasa en Atención Primaria era de 429,1 y la de hospitalizaciones de 17,2.
Precisamente esto es lo que llevan notando desde hace días los hospitales: un aumento de la incidencia de patología respiratoria debido fundamentalmente a la gripe y al VRS, y mucho menos, "prácticamente casi anecdótico", de covid.
Sin embargo, que se hayan librado del pico de incidencia durante las navidades, cuando la falta de personal por las vacaciones agrava las situaciones de colapso, los centros ya están viviendo la tensión que se reproduce cada temporada.
En estos días, los hospitales reducen su actividad quirúrgica a la patología oncológica y las urgencias, lo cual libera "cierto número de camas"; pero como el aumento de los ingresos está coincidiendo con el reinicio de esa actividad, el eventual alivio que pudiera derivarse de un retraso del pico no lo está siendo tanto, y "en muchas ocasiones estos servicios están amaneciendo con pacientes por ingresar".
"Si pudiéramos tener un drenaje adecuado para poder llevar a los enfermos a hospitales de cuidados medios o de menor nivel asistencial, pues podríamos estar un poquito mejor", señala Piñera.
Cuando las urgencias se colapsan "está colapsado todo el sistema", porque si las camas del hospital están llenas, no hay donde ingresar pacientes; paralelamente, Atención Primaria se ve obligada a acabar derivando enfermos a estos servicios porque precisan exploraciones complementarias urgentes que no se pueden hacer desde este nivel asistencial.
La solución para evitar que se repita la misma situación año tras año es de todos, señala el urgenciólogo: por una parte, desde la política, que debe priorizar la cuestión técnica e intentar "dialogar y ponerse de acuerdo porque es un tema sanitario y de intentar organizar los servicios de urgencia del país de la forma adecuada" de acuerdo a los recursos disponibles.
Por otra, "el sentido común" de los propios pacientes. "Que una persona joven de 30 años, sin patología de base, puede pasar perfectamente la gripe en casa con paracetamol, líquidos y poco más, no tiene por qué acudir ni prácticamente a su médico de primaria".
Otra situación es la de "un señor de 75 años con hipertensión, diabético, con un antecedentes de cardiopatía isquémica o un ictus. Él sí debe acudir a su médico y si tiene disnea importante, a un hospital".
Con todo, el vicepresidente de Semes augura que, aunque mucho menos intensa que la temporada anterior, lo peor de ésta aún está por llegar. "Probablemente nos quedan 10 días en los que estaremos expectantes a ver cómo evoluciona", concluye.