Las lesiones ‘silenciosas’ del alcohol en el hígado
Los expertos avisan de que la cantidad de alcohol recomendada es cero.
Aunque cada vez más las autoridades sanitarias se están concienciando sobre las enfermedades hepáticas y la prevención de las mismas, todavía hay mucho por hacer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé reducir las hepatitis B y C en un 90% y las muertes derivadas de las mismas en un 65% para 2023.
Además de estas enfermedades, el daño del hígado y su inflamación está comprometido a otras causas como la dieta, componentes genéticos, el estilo de vida y, especialmente, el consumo de alcohol.
La doctora Marta Casado, hepatóloga y presidenta de la FEAD, ha recalcado en una entrevista con El Español, que el consumo recomendado de alcohol para prevenir enfermedades hepáticas es cero, aunque admite que para un daño hepático las cantidades deben ser elevadas.
"La enfermedad hepática por alcohol está relacionada con el consumo diario de alcohol: con la cantidad diaria y el tiempo que llevamos tomando esta sustancia. El efecto tóxico del alcohol va acumulándose con el tiempo. Es cierto que existe un nuevo patrón, el consumo por atracón de la población joven, y que también tiene riesgo", señala Casado.
En este sentido, Casado avisa de que en muchos casos no hay una sintomatología específica y que el hígado "no avisa". "Podemos llegar a darnos cuenta cuando ya necesitamos un trasplante. Esta enfermedad puede incluso ocasionar la muerte de un paciente", recalca.
Casado señala que España es de los países europeos que más alcohol se consume por el uso social que se le da. "Siempre comemos y cenamos con alcohol y hemos aceptado una relación como con el alcohol si no fuera perjudicial", señala y aconseja limitarlo a dos unidades de alcohol (siendo una unidad un tercio de cerveza o una copa de vino) en las mujeres o cuatro en los hombres.