La saludable dieta japonesa tiene un importante 'pero' para algunos: cuidado con el sushi
El alga que envuelve el bocado de pescado crudo y arroz es la culpable.
Dicen que es el secreto para llegar a cumplirs los 100 años. Los japoneses han hecho de su dieta un emblema de salud y bienestar, y en ella parece estar la clave de que sea uno de los países con la esperanza de vida más alta del mundo.
Basada fundamentalmente en alimentos naturales y frescos como pescado, arroz, verduras, algas marinas, soja y té verde, es una dieta baja en grasas saturadas, además que apenas introduce carnes rojas ni azúcares.
Esta es una de las razones de peso por las que la gastronomía nipona se ha puesto de moda en occidente y los restaurantes de sushi han surgido por doquier. Ahora bien, este plato consistente en bocadito de pescado crudo y arroz envuelto con un alga no es tan saludable... o al menos no lo es para todos.
Las culpables, las algas
El alga nori con el que se hacen estos rollitos es la culpable. Y esto se hace extensible a otros tipos de algas que se han incorporado a nuestra despensa en los últimos años: kombu, wakame, espagueti de mar, agar-agar o espirulina.
Fue en 2021 cuando la OCU se hizo eco de la advertencia de la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria sobre los riesgos de consumir en exceso algas y suplementos de algas por su contenido significativo en metales pesados, especialmente en cadmio y yodo.
"El cadmio es un metal pesado que, en ingestas elevadas, puede producir náuseas, acumularse en el riñón y provocar fragilidad ósea. Además, está clasificado como cancerígeno por la Agencia de Investigación contra el cáncer, y está considerado como mutagénico y tóxico a nivel reproductivo", confirmaba la Organización de Consumidores.
Por su parte, el yodo es un elemento esencial para la síntesis de las hormonas tiroideas. Un déficit de este mineral puede causar problemas de salud, pero un exceso también, especialmente en determinados grupos de población.
Desaconsejadas en estos casos
En España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda realizar un consumo responsable de algas y a través del Informe de resultados del estudio prospectivo para la determinación de metales y yodo en algas marinas, realizado en 2019, lanzaba las siguientes advertencias:
1. Se aconseja moderar la ingesta de algas por los elevados niveles de yodo que aportan en su composición, particularmente la especie Kombu.
2. Debido al alto contenido en yodo, se desaconseja el consumo de alimentos que contengan algas en personas con disfunción tiroidea, enfermedad cardíaca o insuficiencia renal, aquellos que toman medicamentos que contienen yodo o litio, así como mujeres embarazadas o lactantes.
3. Ante la ausencia de datos suficientes para medir el riesgo en niños por el contenido en yodo de las algas, se recomienda precaución en su consumo. Además, aunque la cantidad de plomo aportada específicamente por las algas no es notable, los niños hasta 10 años de edad son el sector de la población con mayor exposición al plomo por su dieta habitual.
4. Se desaconseja el consumo del alga Hiziki por los niveles elevados de arsénico inorgánico.
