La ciencia revela de dónde vienen la mayoría de las infecciones de los hospitales

La ciencia revela de dónde vienen la mayoría de las infecciones de los hospitales

Y qué se puede hacer para intentar reducirlas.

Un paciente con una enfermeraGetty Images

Las infecciones pueden ser un problema recurrente asociado a estancias hospitalarias o a intervenciones quirúrgicas, y en muchas ocasiones no se llega a saber realmente qué ha provocado concretamente esa infección. 

Con esa premisa, Dustin Long, profesor de Anestesiología, y Chloe Bryson-Cahn, profesora de Alergia y Enfermedades Infecciosas, ambos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, comenzaron a investigar para intentar descubrir de dónde vienen exactamente las bacterias que producen este tipo de infecciones. 

Como conclusión general, los científicos han asegurado que la mayoría de infecciones son provocadas por "bacterias inofensivas que los pacientes ya tenían dentro de sus cuerpos antes de entrar en el hospital". 

La investigación de los dos profesores, publicada en Science Translational Medicine, comparó las bacterias en el microbioma, es decir, aquellas que están en la nariz, la piel u otras partes del cuerpo, con las bacterias que pueden provocar neumonía, diarrea, infecciones sanguíneas o infecciones quirúrgicas. El resultado mostró que las bacterias inocuas que viven en nuestros cuerpos estando sanos son más responsables de estas graves infecciones cuando enfermamos. 

Las infecciones desarrolladas en el hospital son un problema que puede llegar a ser mortal o provocar que los pacientes ingresen de nuevo en el hospital, por lo que es importante analizar sus causas. Para llegar a su conclusión, los científicos se centraron en analizar el comportamiento de las personas que se sometían a cirugías de columna por varias razones. La primera, que es una intervención a la que se someten por igual hombres y mujeres, por lo que el grupo de análisis sería mayor, y la segunda, porque una infección tras una cirugía de columna puede ser peligrosa, suele requerir una nueva cirugía y el tratamiento con antibióticos. 

Durante un año, los expertos monitorizaron las bacterias de la nariz, piel y heces de 200 pacientes antes de someterse a la cirugía, y posteriormente los controlaron durante 90 días para comparar esas muestras con las de una posible infección, si esta ocurría. 

Tras el análisis, descubrieron que el 86% de las bacterias que causan infecciones tras la cirugía de columna coincidían con las muestras previas a la operación. Además, el 60% de los pacientes que desarrollaron infecciones mostraron resistencia a los antibióticos o el antiséptico para limpiar las incisiones. Esta resistencia, concluye el análisis, no se desarrolló en el hospital sino en el microbioma de los pacientes, probablemente por una exposición previa a antibióticos.

Titania
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Santander

Con esta investigación, los profesores pretenden que en los hospitales no solo se centren en esterilizar y trabajar de una manera preventiva asegurando que el entorno es el más adecuado, sino que también analicen al propio paciente.