La cara oculta de los batidos de proteínas

La suplementación alimentaria es una de las costumbres más extendidas actualmente. Por lo general se asocia a aquellas personas que realizan deporte de manera asidua y recurren a una ayuda extra que les permita crecer muscularmente de una forma más rápida y completa ya que la alimentación no llega a cubrir el aporte diario.

Estos suplementos se pueden ingerir de varias formas, aunque por norma general son polvos a los que se acompaña con agua, leche o yogur. A estos se les puede añadir frutas o hielo al gusto para que tenga un sabor más agradable al paladar.

Pese a que sus puntos positivos son muy importantes y variados, como acelerar el metabolismo, ayudar a perder peso, desarrollar de forma más rápida la masa muscular, también controla el apetito ya que tiene un efecto saciante mucho más potente que el de los carbohidratos.

Además, se recomienda su consumo bien 30 minutos antes del entrenamiento o bien después del mismo, ya que ayuda a reparar y proteger el tejido muscular. Otros aspectos positivos son la reducción de niveles de colesterol, colesterol LDL y bajada de los niveles de triglicéridos.

Aspectos negativos de su consumo

Pero no es oro todo lo que reluce porque también guardan una faceta negativa, que muchas personas no conocen. Entre estos aspectos destacan la posible presencia de azúcares añadidos o componentes similares que sirven para reducir el coste económico.

La lista no acaba aquí ya que las dietas hiperproteicas pueden generar daños renales en personas sanas a medio y largo plazo, aunque este punto se encuentra todavía siendo estudiado por la comunidad científica, por lo que no está totalmente demostrado.

En cambio, un aspecto que sí está comprobado es que un elevado consumo puede afectar a personas que tengan algún tipo de alergia a los lácteos o sean intolerantes a la lactosa, pudiendo afectar a la digestión.

Para evitar caer en este tipo de situaciones, la principal recomendación es adquirir productos de calidad y no dejarse llevar por lo que la mejor opción es dejarse guiar por personal especializado como nutricionistas, preparadores físicos o dietistas. Estos a su vez podrán aconsejar de la mejor forma a la hora de recomendar una u otra suplementación para conseguir una dieta lo más equilibrada y saludable posible.