Estos son los efectos a largo plazo de una apnea de sueño sin tratar
Entre 5 y 7 millones de personas en España sufren de este síndrome.
Entre 5 y 7 millones de personas sufren apnea del sueño en España. De ellos, entre 1,2 y 1,5 millones padecen un síndrome relevante y que conlleve tratamiento, aunque solo entre un 5% y un 9% han sido finalmente tratados y diagnosticados, según la Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER).
La apnea del sueño es un síndrome que se caracteriza por la interrupción de la respiración que puede ir desde unos 20 segundos y hasta dos minutos. Los episodios, tal y como recoge la FENAER, pueden darse hasta 30 veces en una hora, lo que puede producir caídas del oxígeno en sangre.
Las causas de este síndrome suelen ser anatómicas, debido a la configuración de tejidos blandos de la garganta, amígdalas, tabique nasal u otros. Sin embargo, hay factores de riesgo que pueden provocar su aparición como la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, utilizar determinados fármacos, existencia de vegetaciones, rinitis o sinusitis e incluso el hipotiroidismo.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran ronquidos muy fuertes, desvelos o despertarse frecuentemente durante la noche, sudores nocturnos, somnolencia e irritabilidad durante el día o dolores de cabeza al despertar. Todo, debido generalmente, a un mal descanso.
Si esta no se trata a tiempo, la apnea del sueño y la reducción del oxígeno en sangre puede provocar a largo plazo en algunos casos que el corazón se vea obligado a trabajar más. De este modo, se podrían producir problemas cardiovasculares, como hipertensión o accidentes cerebrovasculares. Del mismo modo, la apnea del sueño no tratada podría aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
El tratamiento, generalmente consiste en la colocación de una mascarilla en la vía respiratoria (CPAP) durante las horas de sueño. Sin embargo, hay nuevos tratamientos como el desarrollado por el Hospital del Mar en Barcelona, que consiste en la realización de una microcirugía invisible bajo la lengua para evitar que se obstruya el paso del aire al dormir, especialmente destinada a personas que no tengan buena tolerancia a los CPAP.