Esto le pasa a tu cuerpo si comes pan todo los días
Los nutricionistas hacen una serie de recomendaciones.
Aunque como dice el refrán "pan con pan comida de tontos", el pan es un habitual de la dieta de los españoles. A pesar de esto, en los últimos años ha habido un descenso en su consumo, en 2021, por ejemplo se consumieron 30,7kg por persona, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca.
El pan forma parte de prácticamente todas las comidas: una tostada para el desayuno, para acompañar el almuerzo, un bocadillo para merendar o para acompañar las cenas. Sin embargo, no se trata de un alimento especialmente saludable. Según un estudio del BMC Public Health, el consumo de más de dos raciones al día de forma directa está relacionado con el riesgo de tener sobrepeso u obesidad.
Una de las razones por la que su consumo en exceso no es recomendable es por su contenido en sodio. Según un estudio publicado en Journal of Clinical Hypertension, más del 77% de la cantidad de sal ingerida proviene de alimentos procesados, entre los cuales se incluye el pan.
También apuntan a su alto índice glucémico, con efectos similares a los que produce el azúcar blanco en el cuerpo, lo que se traduce, tal y como han apuntado varios estudios, con un mayor riesgo de diabetes.
Del mismo modo, recomiendan tomar pan integral por tener mayor calidad nutricional y menos azúcares que el pan blanco y, mucho menos, pan de molde. En este sentido, el nutricionista Pablo Ojeda ha recomendado en Más Vale Tarde, la ración recomendada para cada día.
Según él, sería la cantidad que nos quepa en la palma de la mano, es decir, un palmo a lo largo de la barra.
"Si me quiero hacer una tostada, me guardo la otra mitad para el resto del día", ha señalado. Además, apunta a tomar pan de barra y no picos, biscotes o pan de molde. "Una pequeña cantidad tiene el doble de calorías que un cacho de pan. Por lo tanto, con eso te quedas con hambre y con la barra ya estás totalmente saciado", ha detallado.
En este sentido, Ojeda también señaló que la recomendación actual de la OMS, 250 gramos, le parecía una cantidad excesiva.