Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si comes una manzana en ayunas
Es una fruta ideal para las personas con problemas digestivos, cardiovasculares o metabólicos.
La manzana es la gran aliada de una alimentación sana y equilibrada, especialmente por el poder antioxidante de sus flavonoides, como quercetinas, kaempferols, procianidinas y la floretina, que solo se encuentra en la piel —y en menor medida en la pulpa— de esta fruta. Además, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) también destaca su aporte en potasio, vitamina C, fibra, hidratos de carbono en forma de fructosa, glucosa y sacarosa, y escaso aporte calórico.
"En principio, cualquier persona puede beneficiarse del consumo de esta fruta, aunque es idónea para aquellas con problemas digestivos, cardiovasculares o metabólicos (especialmente asociados a un sobrepeso)", aseguran en la web de la Clínica Universidad de Navarra que recomiendan consumir, al menos, una pieza al día —salvo cuando se padecen piedras en el riñón pues puede favorecer su formación—.
Mejor aún si esta se consume con la piel pues, según un estudio de la Universidad de Iowa, el áucido ursólico, una sustancia presente en la piel de las manzanas, reduce el desgaste muscular y promueve el crecimiento de los músculos.
Son muchos los nutricionistas y médicos que aconsejan introducir la manzana en el desayuno para aprovecharnos de todos sus beneficios desde la primera comida del día. Entre ellos destacamos:
- Regula los niveles de azúcar en sangre, previniendo la diabetes tipo 2.
- Favorece una buena digestión y regula el tránsito intestinal por su aporte de fibra.
- Favorece la reducción del colesterol malo y previene enfermedades cardiovasculares.
- Ayuda en los regímenes de adelgazamiento porque aporta energía y provoca una sensación de saciedad duradera.
- Cuida tu salud cerebral por sus propiedades antioxidantes que ayudan a evitar el envejecimiento celular del cerebro.